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Rómulo, baja colateral en la pugna de Américo y Cabeza de Vaca
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 17 de enero 2021.- Nacido en Guanajuato, Guanajuato, el 26 de junio de 1840, José María Ignacio Montes de Oca y Obregón se convirtió en el cuarto obispo de la diócesis de San Luis Potosí en 1884, en donde ejerció una amplia influencia para hacerla florecer, tanto en religiosidad como en cultura.
Montes de Oca también se destacó como poeta y escritor, así como constructor, restaurador y embellecedor de obras materiales, de las cuales benefició a la capital del estado durante los treinta y seis años que tuvo a su cargo la diócesis.
En la tesis La diócesis de San Luis Potosí y su obispo Ignacio Montes de Oca y Obregón en la época del Porfiriato” de Francisco Javier Menchaca Espinosa, para la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), se da mención de sus obras más importantes en la capital potosina.
TRANSFORMACIÓN DE LA CATEDRAL
Cuando monseñor Montes de Oca llegó para hacerse cargo de la diócesis potosina, la Catedral constaba de una sola torre, por lo que se dio a la tarea de hacer construir la segunda: la torre norte, así como restaurar y embellecer todo el conjunto, incluido el interior. Para llevar a cabo dicha tarea contó con la dirección de los artistas Claudio Molina y José Compiani.
Del trabajo realizado sobresale la pintura, la media naranja de la cúpula, los arcos, las pilastras, las aristas de las bóvedas, las ventanas pintadas con imágenes, así como el modelado de líneas, figuras y la variedad de estatuas y bustos.
La fachada fue adornada con esculturas de los 12 apóstoles, réplicas de la Basílica de San Pedro y San Pablo en El Vaticano, y en el interior destacan las figuras de San Sebastián y San Luis Rey, así como el viacrucis, el sillón de la cátedra, el barandal del Presbiterio, los atriles y águilas y el altar del Sagrario.
También mandó traer tres mausoleos de mármol y estuco, dos para obispos antecesores y otro, de estilo renacentista, destinado para él. Cuando falleció en Nueva York el 21 de agosto de 1921 y su cadáver fue depositado en el cementerio del Calvario, en Brooklyn, sus restos fueron trasladados a San Luis Potosí, para ser enterrado en dicho mausoleo.
La reconstrucción y embellecimiento de la Catedral concluyó en 1896.
EL SEMINARIO DIOCESANO
Montes de Oca se propuso levantar un gran Colegio Seminario, capaz de albergar a alumnos de otras diócesis. Debido a que el inmueble solo constaba de una sección conocida como primer patio, compró y mandó tirar las casas de casi toda una manzana para agrandar el espacio para contar con dos plantas y tres patios.
Como resultado de su proyecto se destaca el Primer Patio, la Capilla de Guadalupe, el Aula Magna y el Comedor.
Para finales del siglo XIX, el Seminario Mayor Diocesano contaba con laboratorios de física y química, así como una biblioteca. La institución se convirtió en una de las más vanguardistas de la época.
Sin embargo, así como los demás inmuebles de la Iglesia potosina, el edificio fue confiscado durante la Revolución Mexicana, para después ser ocupado por la Escuela Normal Mixta. Posteriormente se logró recuperar y para 1950 se dio su restauración. Actualmente es la Casa de la Acción Católica.
PALACIO EPISCOPAL
Montes de Oca adquirió el Palacio Municipal en 1892 para hacerlo su casa Episcopal, y que llegó a convertir en un verdadero palacio al dotar las instalaciones con extraordinarias obras de pintura y escultura.
También creó una amplia biblioteca, con más de 30 mil volúmenes entre los que se incluían manuscritos europeos y americanos, llegando a considerarla como la biblioteca particular del país. Además, disponía de un Salón de Música, Salón del Trono, Salón Verde, Sala de Billar, comedor, escritorio, dos alcobas y una capilla, cuyo altar mandó traer de Francia.
Debido a que el obispo se encontraba en Roma, en 1914 el Palacio fue confiscado por las fuerzas revolucionarias para cederlo al ayuntamiento en 1915, y desde entonces volvió a ser la sede.
COLEGIO DEL SAGRADO CORAZÓN
Anteriormente, el Colegio del Sagrado Corazón se situaba atrás del templo del Carmen y durante el periodo episcopal de Montes de Oca lo mandó reconstruir por completo.
En este periodo, monseñor adquirió un solar que pertenecía al antiguo Convento Carmelita, así como una casa para mandar construir numerosos salones y amplios dormitorios, para alojar a 500 niñas pobres que debían recibir educación civil y religiosa. Además, daba educación gratuita a cientos de niñas durante un turno vespertino.
La construcción fue terminada en 1907.
DECORACIÓN DE LA CIUDAD EPISCOPAL
Además de las anteriores construcciones, Montes de Oca también se hizo cargo de realizar la decoración del templo de la Compañía de Jesús, la restauración de los templos de la Tercera Orden, de San Agustín y el Santuario de Guadalupe, que había sido profanado, pero que volvió a consagrar.
También sobresale la transformación del templo del Carmen, que logró decorar y colocar su piso de madera, después de haber sido abandonado por los Carmelitas en 1857.
Además, destaca la Capilla de Nuestra Señora de la Salud, la cual había sido convertida en marmolería, a la que reconstruyó, decoró y convirtió en un templo de estilo neoclásico para dedicárselo al Sagrado Corazón.
GRAN HUELLA
La Catedral Metropolitana, el Seminario Diocesano, el Palacio Episcopal (actual Palacio Municipal), el edificio del Colegio del Sagrado Corazón y algunos templos de la Ciudad Episcopal, con el sello del obispo Ignacio Montes de Oca.