
Mujer se accidentó en la 57 y pasó 4 días frente a restaurante de SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de enero de 2019.- Beetzait Navarro González, es la directora y cofundadora de Kasvastus, Colegio Internacional Finlandés en el que se emplea el método de aprendizaje de dicho país, el cual se centra en la educación emocional de los niños.
Su etimología significa “madre que educa” pues se consideran una extensión de casa al centrarse en las emociones de los niños, ya que en ocasiones los adultos “cuando vemos a un niño llorar le decimos ‘no llores’ o cuando se enoja, ‘no te enojes’. En lugar de validar su emoción”.
Navarro González indicó que se les enseña a reconocer sus emociones, aprenden a regularlas, saber que son válidas y en dónde aplicarlas. Si aprenden lo anterior, en el futuro tendrán relaciones personales y profesionales exitosas, además de ser empáticos.
Agregó que si un niño se siente amado no permitirá que le hagan daño ni va hacerlo, “les enseñamos que tienen un súper poder, que es el poder del habla. Donde ellos pueden aprender a decir no, cuando no se sientan a gusto con algo, con sus compañeros e incluso con los adultos”.
Señaló que promueven la inteligencia emocional, la seguridad en los niños y la autoestima, además de trabajar con un programa llamado Cime, “les llamo las matemáticas divertidas” en el que utilizan material concreto para aplicarlo en la vida.
También se les enseña grafomotricidad en la escritura “el niño juega con su cuerpo y va de lo más a lo menos (…) Les presentamos un renglón grandote en el piso y los niños empiezan a trabajar su educación espacio-temporal (…) Trabajan con su cuerpo, con las manos, con sus sentidos”.
Navarro González comentó que su interés por la educación finlandesa, nació después de haber trabajado por varios años en la educación tradicional, por lo que pudo observar como este tipo de enseñanza, “en lugar de impulsar a los niños en la parte emocional, con su autoestima, tiende mucho a comparar”.
Indicó que la educación debe ser innovadora, pues todo va cambiando con el paso del tiempo “la educación sigue siendo la misma que hace 50 años, donde los niños se sientan en filas y eso nació por la Revolución Industrial, porque ellos querían preparar en ese entonces para que fueran obreros (…) Eso tiene que ir cambiando, tenemos que evolucionar”.
Por último, señaló que aunque el modelo finlandés no es como el Montessori o la Pedagogía Waldorf, se basa en el respeto del aprendizaje de los niños, en el que se establecen tiempos, además de una gimnasia cerebral para que disfruten de su educación.