Preparado Atlético de San Luis para su encuentro ante Pumas
Parece una paradoja descabellada: “¡El voto o la vida!”
Sin embargo, es más real de lo que muchos imaginan y de lo que otros
pretenden ocultar.
Y es de tal gravedad que tampoco es exagerado decir que el resultado de
la elección más grande de la historia pudiera depender de la eficacia de las
“estrategias de terror” empleadas por el crimen organizado.
Estratagemas como la compra del voto mediante “plata y/o plomo”, la
amenaza de secuestro, desaparición y hasta el crimen; todos ellos métodos
probados con éxito en las elecciones de 2018, 2021 y 2022; que arrojaron el
mayor número de “narco-alcaldes”, “narco-gobernadores” “narco-diputados”,
“narco-senadores” y hasta un “narco-presidente”.
En efecto, existen regiones del país en donde la “narco-política” se
apropio del poder, por completo y, por tanto, el proceso electoral del 2 de
junio próximo se resolverá a partir de una premisa de terror: “¿cuidar el voto o
cuidar la vida?”.
Sí, existen abundantes pruebas documentadas ante los árbitros
electorales, al extremo de que entidades completas –Chiapas, Michoacán,
Nayarit, Sinaloa, San Luis Potosí, Zacatecas y otros–, pocos se atreven a
convertirse en representante de casilla; por temor a las represalias criminales.
¿Y qué hacen al respecto, el INE y el Tribunal Federal Electoral?
No hacen nada, ya que se trata de órganos electorales sometidos desde
Palacio y al servicio de los caprichos presidenciales.
Todo ello a pesar de que, por ejemplo, la candidata opositora, Xóchitl
Gálvez ya le dijo “pan al pan y vino al vino”; dijo que es latente y creciente el
riesgo de una “narco-elección” y que, por eso, muchos ciudadanos se niegan a
representar a lo partidos opositores en las casillas.
Así lo dijo en su más reciente gira por Nayarit: “En ciertas regiones del
país no estamos pudiendo garantizar tener representantes de casilla; nadie
quiere ser representante de casilla”.
Además, la candidata presidencial de la coalición “Fuerza y Corazón
por México” denunció que por lo menos el 30 por ciento del total de las
casillas “están en números rojos” debido al clima de inseguridad.
Sin duda un verdadero clima de terror que día a día va en aumento al
generalizarse los hechos violentos.
Por eso el llamado desesperado de Xóchitl Gálvez a los ciudadanos en
general: “Yo les pido que nos ayuden a cubrir las casillas, quiero pedirles a los
hombres valientes de Nayarit, que nos ayuden a defender la elección, que nos
ayuden a ser representantes de casilla, que nos ayuden el 2 de junio a defender
nuestra victoria, porque no van a querer reconocerla. Así es que tenemos que
cubrir todas las casillas”. (Fin de la cita)
Por esa misma razón, el día de ayer la candidata opositora se reunió en
privado con integrantes del Tribunal Federal Electoral, para plantear su
preocupación por el terrorismo que ya está presente en la elección más grande
de la historia mexicana.
Sin embargo, el daño está hecho y tampoco es una novedad. Apenas en
el Itinerario Político del pasado 3 de mayo, titulado: “El crimen organizado
hará el fraude en 2024”, documenté que las bandas criminales ya meten las
manos en la elección.
Así lo dije: “La novedad no es la participación del crimen organizado en
política y tampoco en los procesos electorales mexicanos.
“En realidad, lo novedoso es que el 2 de junio del 2024, las mafias del
crimen podrían imponer a un segundo “narco-presidente” en México, a pesar
de que la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, dijo que de ganar la
elección “no haré ningún pacto” con el crimen organizado.
“Y es que hoy no es ningún secreto que el gobierno de López Obrador
mantiene un pacto con las mafias más poderosas del país, las que no solo
financiaron sus repetidas campañas presidenciales, sino la construcción del
Partido Morena.
“Por eso, el verdadero peligro para la presidencial de junio próximo, son
los gobiernos estatales en manos del partido oficial, Morena y que se hicieron
del poder gracias al apoyo de los grupos criminales dominantes.
“Nos referimos a gobiernos como los de Sinaloa, Sonora, Zacatecas,
Baja California y Baja California Sur; San Luis Potosí, Colima, Michoacán,
Tabasco y Chiapas, entre otros, en donde el verdadero poder es del crimen
organizado, cuyos tentáculos financiaron a gobernadores y alcaldes.
“Todo ello sin que autoridad electoral alguna pueda evitar la compra y
coacción del voto y tampoco el secuestro de representantes de casilla, como
ocurrió en las elecciones del junio del 2021, en donde el poder criminal fue el
verdadero ganador de la contienda en los estados del “Corredor del Pacífico”.
“Y por esto obliga preguntar: ¿Quién será capaz de evitará que en junio
del 2024 se repita lo ocurrido en las elecciones de 2018 y del 2021?”. (Fin de
la cita)
Sí, el dilema de hoy: “¿defender el voto o defender la vida?”
Al tiempo.