Aniversario del Aquarium, con concierto de Natalia Jiménez
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 3 de febrero de 2024.- Es tiempo de elecciones en México y varios candidatos aspiran a tener un espacio en la tan codiciada boleta electoral, en el caso de los aspirantes independientes la reglamentación de los organismos electorales obliga al uso de aplicaciones tecnológicas para obtener respaldos ciudadanos; pero al tocar la puerta, se topan con una realidad cotidiana del país: la población teme ser víctima de delincuentes digitales a través del robo de identidad o la extorsión, al final se niegan a entregar el respaldo a través de su credencial para votar del Instituto Nacional Electoral (INE).
Esto cobra sentido cuando recordamos que México es país latinoamericano con la mayor tasa en cibercriminalidad, robo de identidad y fraudes financieros se lograron gracias al acceso que lograron los delincuentes a identificaciones oficiales, tarjetas bancarias por compras en internet y cuentas de redes sociales; en un ranking de la firma de seguridad informática Surfhark -con sede en Países Bajos- la nación Azteca aparece en el sitio número nueve a nivel mundial.
En 2023 estas denuncian se dispararon ante la policía cibernética hasta 150 por ciento; pese a ello, según el informe Índice de Desarrollo Digital Estatal (IDDE) 2023, elaborado por el Centro México Digital (CMD), apenas hay cuatro agentes de policía cibernética por cada millón de habitantes.
En el caso de San Luis Potosí, durante la elección del 2 de junio de 2024 estarán en juego 58 alcaldías, 15 diputaciones de mayoría relativa y 12 de representación proporcional, además existen ocho aspirantes que buscan alcanzar una postulación sin partido político, solo que antes deben sortear limitaciones como las arriba citadas, agregando también las económicas, fiscales, bancarias e incluso tecnológicas que, sumadas a la apatía ciudadana, convierten este reto electoral en un verdadero dolor de cabeza.
Los ochos aspirantes que están en proceso de obtener las firmas, han expuesto toda clase de dificultades, pero la más frecuente es el temor de la ciudadana para filtrar su información personal; «Y se entiende por una parte, solo recordarles que nosotros vamos plenamente identificados por el organismo electoral y en ese sentido ofrecemos todas las garantías de que no ocurrirá nada por el estilo, es difícil convencerlos, pero ojalá que fuera distinto», abundó Eva Rodríguez, aspirante a una alcaldía.
LA ADULTOCRACIA TAMBIÉN LIMITA A LOS JÓVENES POLÍTICOS
Eduardo Duarte Jasso, joven de 21 años y estudiante de sexto semestre en la Facultad de Derecho por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, comenzó una fuerte campaña en redes sociales para convencer a habitantes del poniente de la ciudad de apoyarlo para ser candidato independiente; desde el Pedregal hasta la Aviación, pasando por la zona universitaria y la Casa de la Cultura, en los límites de Tierra Blanca y hasta Escalerillas, con sketches busca llegar a las 3 mil 500 firmas ciudadanas.
Con el rostro quemado por el inclemente sol, Eduardo nos cuenta que a pesar de tener ya 14 días en campaña no es fácil conseguir las firmas que le solicita el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac).
Señala que “los primeros días es para arrancar ritmo, que te conozcan, que se vaya hablando de ti de boca en boca”, dijo que no se tienen los mismos espacios y que una vez concluida esta etapa viene la más difícil.
“Los otros 15 días es estar tocando casa por casa en todas las colonias, todos los comercios que hay en esa zona, te tienes que enfrentar ahora sí a personas que no están en sus domicilios, que ni siquiera están abiertas a escuchar y que no conocen del tema y a personas que, quieras o no, ni te van a abrir la puerta por el tema de la juventud”.
Hasta ahora es uno de los aspirantes más jóvenes de la contienda, una característica o una atribución que según él tiene dos caras de la moneda.