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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 29 de agosto de 2018.- Hoy se cumple un año del cruel ataque que sufrió Berenice, una joven mujer de 25 años que fue violada y acuchillada presuntamente a manos del chofer de un camión de transporte de personal que prestaba sus servicios a la empresa BMW en San Luis Potosí. Hoy se cumple un año de dolor.
En su momento, las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado determinaron que ese 29 de agosto a las 6:00 horas, Berenice se dirigía a su trabajo. Estaba en la avenida Ricardo Gallardo Cardona esquina con calle Carlos V, en Soledad de Graciano Sánchez, cuando arribó el camión de transporte de personal de color blanco, del cual bajó el chofer y con violencia, la amagó con un arma blanca y la obligó a subir a la unidad, donde abusó de ella y le causó múltiples lesiones. Casi la mata. Posteriormente la abandonó en calles despobladas de la colonia El Morro; seguramente la dio por muerta y se dio a la fuga.
De manera inexplicable, Berenice pudo caminar hasta la calle Francisco I. Madero. En la esquina con la calle Fausto Nieto pidió auxilio en una casa pero no le hicieron caso; siguió sobre esa vialidad y metros más adelante fue auxiliada por un vecino, quien la llevó frente al centro comunitario del fraccionamiento Las Huertas; la recostó sobre el suelo, junto a un mezquite. La tapó con una cobija que recién había comprado. Le sobó la cabeza y le habló para que no se durmiera. Después pidió apoyo del personal de vigilancia del centro comunitario.
Un policía municipal del municipio de Soledad que fue asignado por único día a ese centro recreativo por casualidad o destino, auxilió a Berenice. El Paleta, le dicen, un joven de unos 35 años, que al ver a la joven se impresionó como nunca antes; «meses después le dio diabetes por el susto de ese día» refieren testigos sobre El Paleta, quien después de unos meses se dio de baja de la corporación municipal, pero aquella vez tuvo el temple para auxiliar a la joven herida, pidió apoyo de la corporación y la presencia de una ambulancia que después de eternos minutos, trasladó a Berenice al Hospital General de Soledad.
Un año de ineficacia.
En junio de 2017 se emitió la Alerta de Género en San Luis Potosí para seis municipios, incluyendo a Soledad de Graciano Sánchez. Dos meses después se registra el cruel ataque a Berenice. El primer eje rector de este mecanismo institucional de prevención de la violencia hacia las mujeres es el reforzamiento de la seguridad, pero un año y dos meses después, las condiciones de seguridad en la zona donde se cometió el crimen no han tenido la mínima mejoría.
Testigos señalan que las calles del fraccionamiento Las Huertas y los alrededores de la colonia El Morro están en penumbras. Las luminarias del servicio público no funcionan, las del centro comunitario Las Huertas, tampoco. Hace tres días se robaron un teléfono público que estaba frente al espacio recreativo. Continuamente hay asaltos, particularmente a mujeres jóvenes que salen a trabajar o estudiar.
Después del ataque a Berenice, hubo tres meses de psicosis, detallan los testigos de aquella trágica mañana. “Eran tiempos de regreso a clases y las mamás no querían llevar a sus hijos a la escuela. Hubo una rachita muy mala, mataron a dos policías municipales de Soledad y con lo de la muchacha todos estábamos en pánico”, señalaron vecinos del fraccionamiento Las Huertas.
Los nueve meses restantes hasta la fecha mantuvieron el clima de inseguridad, y aunque ya casi no se menciona el hecho, todos saben que aquel 29 de agosto a un lado del mezquite ubicado frente al centro comunitario, yacía el cuerpo de una mujer muy joven a la que le había cambiado la vida, a la que quizá nunca le sanarían las heridas.
A un año de dolor, el proceso judicial en contra del presunto atacante de la joven se mantiene en su etapa intermedia. La semana pasada en la audiencia penal con causa 561/2017, Berenice no se presentó por causas emocionales, pues el dolor y las heridas siguen en ella.
Sin su comparecencia, el juez de oralidad penal, Giovanni Efrén Camarillo Hernández, otorgó un diferimiento para la audiencia de la etapa intermedia, a solicitud de la defensa de Elías N, presunto agresor de Berenice, quien pretende llevar el juicio a procedimiento abreviado para purgar una condena menor, negociando una reparación del daño con la víctima.