Experta de UASLP señala riesgos de productos industrializados en jóvenes
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 10 de febrero de 2024.- Continúan las denuncias por deficiencias en el servicio de transporte público, usuarios se quejan de que además de sufrir la escasez de unidades de las rutas que circulan por Carranza deben arriesgar la vida para poder abordar el camión en las inmediaciones de la zona universitaria, la zona de Chapultepec y la Alameda.
A pesar de que desde hace algunos años han desaparecido las bases de taxis en la capital, los operadores del volante aprovechan las lagunas de la ley para hacer sitio en lugares que no están destinados para esa función, como es el caso de la esquina de Chapultepec y Salvador Nava, en donde los usuarios del transporte urbano batallan para llegar a la zona diamante de la capital.
Trabajadores en su mayoría deben hacer base o sitio en Chapultepec, pues la falta de transporte público los obliga a implementar una modalidad que no es la que está destinada para su función, que es el taxi colectivo, el cual opera en los municipios, pero no en la capital potosina.
La Ley del Transporte Público establece como vehículos de transporte colectivo a los automóviles de alquiler como aquéllos que prestan el servicio a través de vehículos con capacidad hasta de cinco pasajeros, incluido el operador, con tarifas autorizadas según distancia, sin aceptar pasaje distinto hasta el término del recorrido convenido, y le estará prohibido ofrecer y efectuar el servicio en los sitios o bases de servicio de automóvil de alquiler en sitio, o en las zonas de influencia de estos.
Contrario a la ley, los taxistas cobran por adelantado los 15 pesos y suben a los pasajeros para trazar su ruta de repartición del más cercano al más lejano, dejando en el camino a los usuarios, relegando a los camiones ya saturados.
En un tiempo no mayor a cinco minutos los taxistas anuncian el costo y las posibles rutas a seguir, una vez desesperados o desanimados los usuarios optan por pagar los 15 pesos, 3.50 centavos más, por abordar un taxi que los dejará más rápido y más cómodo en su zona de trabajo.
Sin embargo, los taxistas cobran de manera anticipada y trazan una ruta para repartir a los usuarios, la cual no siempre favorece el tiempo de los trabajadores, aunado a esto los choferes particulares invaden los carriles destinados para el ascenso y descenso de pasajeros del camión, generando molestia entre aquellos que no pueden o no quieren utilizar esa opción.
En otro de los trayectos que corresponde a la zona de Lomas, desde zona universitaria hasta la Plaza San Luis, pero en el tramo de Lomas Cuarta Sección, las trabajadoras del hogar, estudiantes y empleados esperan el camión por más de 15 minutos, sin embargo, son tentados por la opción del taxi, que ya los espera y en menos de cinco minutos parte con la ruta y cuatro pasajeros.
Y en la Alameda…
Otro de los puntos de conflicto es la zona de la Alameda central, en donde los ruleteros poco a poco se apoderaron de la zona final de la bahía de descenso del transporte urbano, relegando a los camiones de la ruta 24 a una zona más pequeña, y con la llegada de la MetroRed se ha vuelto más reducido generando conflicto en la zona.
Los taxistas han implementado una especie de base que opera de manera intermitente, pero que se sale de la ley, siendo que no se ha definido ese espacio como una opción de base, a pesar de esto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) sigue sin poner orden a los ruleteros.