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Trump, ¡uy que miedo!
Resulta imposible no tocar el tema de la muerte siendo este un fenómeno obligado a observar por lo que esta pasando en todo el mundo, y es que todos en alguna ocasión hemos tocado de cerca o muy cerca la perdida de alguien cercano y querido, al día de hoy nuestro país más de 5,300 defunciones desde el mes de marzo por la enfermedad de la década y en el mundo mas de 320 mil desde que todo comenzó han obligado a ver y vivir la muerte desde una arista diferente, veamos porque.
No son solo cifras y números fríos que cualquier persona puede ver en las llamadas y tan actuales curvas graficas que en diversas conferencias se exponen durante las mañanas y las tardes, algunas con buenas y malas producciones, no, es mas profundo y complejo si profundizamos en que a cada muerte la acompaña, tradicional, religiosa y culturalmente una despedida o exequias según sea la región por parte de sus seres queridos y familias.
Llantos, rezos, rituales, preparaciones, esquelas, fotografías adjuntas a un ataúd o urna, han tenido que ser relegadas por un protocolo rápido, sencillo y sobre todo preventivo para que nadie salga contagiado, obligada o no la sociedad y el mundo entero han tenido que apegarse a esta nueva manera de decir adiós quienes dejan el mundo terrenal. En las conferencias observábamos las presentaciones punto por punto acerca de la prevención y manejo de protocolos para atención y acción médica, el punto de los fallecimientos obligadamente se tuvo que tocar y resolver.
Abordemos el punto social, en México, por ejemplo, debemos confesar, la muerte ha dejado de causar asombro vista desde una gráfica, noticia o en comentario, ¿Por qué ha pasado? En los últimos 15 años, la muerte por violencia ha ido en aumento millones de familias han tenido que sufrir la perdida obligada de un ser querido, aunque han tenido la oportunidad de despedirles tradicionalmente, a la sociedad que como espectadora observa el fenómeno, ha dejado de sorprender, para los integrantes en las sobremesas en las que se comenta lo sucedido esas muertes son cosa de todos los días, pero estas son diferentes porque el asesino es un virus recién conocido y que a la fecha no tiene antídoto efectivo mas que el distanciamiento social, eso vaya que cuesta.
En esta semana muertes del gremio artístico han sido nota en la lista de fallecimientos, artistas como Oscar Chávez, Yoshio y Pilar Pellicer se integran al récord de víctimas, muchos a la distancia recuerdan y homenajean claro de una manera diferente, en lo personal este pasado viernes un Tío por causas diferentes murió, la despedida fue atípica y rápida, el adiós fue diferente, nadie pudimos abrazar a la tía y primos que aún siguen le sobreviven, estoy seguro los abrazos y muestras de cariño virtuales jamás sustituirán a uno de verdad.
La lección obligada como respuesta a lo que nos pasa, es que nadie nos recordará por el día de nuestra muerte, finalmente ni nos podrán despedir como incluso llegamos a prevenir, ¿o apoco no tienen ya su epitafio planificado?, lo que trasciende es lo que de la vida hicimos y las que con nuestras obras y acciones logramos marcar, ¿ya pensaron como los van a despedir?, mejor ocupémonos de vivir y que de cómo nos recuerden que se encarguen los que se queden, sobra recomendar darle una vista a la letra de la gran canción del gran Napoleón, no el de Francia sino el de Aguascalientes. ¡vivan! y como dijo Paul Anka en la Voz de Sinatra, “a su manera”.
Confesión de la semana
Hipócrita y falso sería el no aceptar que como mucha gente en esta cuarentena y desde antes, tuve ganas de descargar la aplicación de moda y junto a mi familia hacer uno que otro Tik-Toc, el espacio de almacenamiento de mi celular afortunadamente lo ha impedido, no por mí, sino por la salud visual de quienes lo vean por el ridículo que haría, prefiero ver los de los demás que por cierto son muy buenos, ya que estamos en confesiones, me gusta leer, Historia de México preferentemente, pero alguna que otra TvNotas ha circulado por nuestro baño, no sean hipócritas y acéptenlo también. Me siento liberado.
Por ser una despedida diferente la que tuvo el Tío Braulio Chávez, esta semana las ideas van dedicadas a él y a todas esas familias que han perdido a un ser querido y le tuvieron que decir adiós a la distancia , a su familia nuestras oraciones y el deseo de pronta recuperación, en nuestras sobremesas nadie comentamos de su muerte, ni siquiera porque fue, todos hablamos de su vida y de lo fregona que fue.
¡Nos vemos!
¡Vivan!