Tribunal Electoral no se somete a AMLO

• Tumbar las candidaturas de Félix Saldo y Morón es oxígeno para el golpeado Estado de Derecho y un llamado a reivindicar el honor de la Suprema Corte contra la ‘Ley Zaldívar’.

El ejemplo está sobre el altar de la historia. El Tribunal Electoral puso la vara a la altura ética, como precedente de la conducción de un poder autónomo que rechazó presiones del autoritarismo de la Cuarta Transformación, aún contra el colaboracionismo del magistrado presidente José Luis Vargas.

Los morenistas Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón Orozco, no podrán ser candidatos a la gubernatura de Guerrero y Michoacán, respectivamente, y su partido tendrá que registrar otros dos perfiles.  

No hubo forma de torcer la interpretación de la ley como lo hicieron 5 de 11 consejeros del INE: Norma de la Cruz, Adriana Favela, José Ruiz Saldaña, Martín Faz y Uuc-Kib Espadas, sin lograr enterrar la violación a la ley electoral de los candidatos de Morena.

Penoso que la democracia en nuestro país se encuentre constantemente a milímetros del abismo por intereses mercenarios, como presiento que ocurrirá con la votación de la ampliación de mandato de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea en la Suprema Corte de Justicia, con los reflectores puestos en Yasmín Esquivel Mossa, Juan Luis González Alcántara Carrancá y Margarita Ríos Farjat.

No obstante, en estos tiempos de usura política hay que reconocer la determinación de los magistrados Felipe de la Mata, Felipe Fuentes, Indalfer Infante, Jeanine Otálora, Reyes Rodríguez, y parcialmente de Mónica Soto, para aplicar la ley sin ambages y sacar de la contienda a Félix y Morón, además de que la Sala Superior del Tribunal validó los criterios aprobados por el INE para la asignación de legisladores plurinominales y evitar la creación de «mayorías artificiales» en el Congreso federal.

Mónica Soto votó a favor de Morón y contra Salgado, sin embargo, el magistrado Presidente José Luis Vargas no dudó en desenfundar nuevamente el puñal de la traición de Bruto contra Julio César, como suele hacerlo a la primera señal de Palacio Nacional.

No puede haber mayor exposición de la desvergüenza, seis de los siete magistrados votaron contra Félix Salgado, mientras el hombre del báculo en el Tribunal Electoral, Vargas, recibía las 30 monedas de plata.

Todos sabemos como termina la historia de Judas.

Lo cierto es que los magistrados metieron en un aprieta a Zaldívar, quien perdió su oportunidad de reivindicar el honor al exclamar un “no” a tiempo. Nadie valora su abstención estéril que en los hechos solo incidirá si vota por la inconstitucionalidad de lo aprobado en el Senado y en la Cámara de Diputados, por eso “argumenta” conflicto de intereses.

Pero bueno, hay que reconocer esta victoria como muestra de la supervivencia del Estado de Derecho en México, en una prolongada Noche de los Cuchillos Largos (30 de junio 1934 en la Alemania del Führer) contra la democracia.

SIN TAPABOCAS – Los espero este miércoles a las 9 de la noche con Eduardo Ruiz-Healy y Hugo Páez en:

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