
Los niños que fuimos
Cometer cualquier crimen contra un menor debe ser imperdonable. En estos tiempos en los que nos hemos convertido en una sociedad más vigilante, lo primero que pensamos al mencionarse este tema es en los crímenes de carácter sexual, ya que estos laceran física y psicológicamente a cada menor de edad que es víctima, y deben ser repudiados por toda la sociedad. La ley debe ser implacable y expedita contra los perpetradores. Pero un abuso físico de carácter violento y que ponga en riesgo la misma vida de un menor, aún más cuando el perpetrador está entrenado para dañar, debe ser igual o más aborrecido por toda la humanidad. Debemos escandalizarnos tanto y más como nación civilizada.
De hecho, el cargo por el que ha sido detenido el ciudadano Fernando N., alias «El Tiburón», es por homicidio en grado de tentativa. No importa por las razones que lo haya hecho, debería ser perseguido a cabalidad por la ley, aún cuando el menor otorgue el perdón a través de sus padres o tutores. La ley en este caso debería poner el Interés Superior del Menor por encima de toda la jerarquía.
Este monero que se declara bastante ignorante en temas de leyes y normas desconoce si este es el sentido que tiene en realidad la ley y si solo está repitiendo lo que es un hecho que sucederá. Pero para mi humilde opinión, si no es así el proceso, deberíamos estar cambiando las leyes para que así sea.
Que el inculpado reciba el castigo justo que merece y que dicta la ley, y que la víctima le sea reparado en su totalidad todo el daño ocasionado, sin darle ninguna ventaja al individuo que se atrevió a este grave atentado.
De la justicia no debe quedar duda. Ninguna.
Y aún más, como sociedad, con nuestro poder individual de consumo, podemos elegir boicotear los negocios cuyos dueños laceren así a nuestra juventud y niñez. Si cada cliente de los negocios conocidos de estas viles lacras decide buscar otra opción comercial, aunque gaste un par de pesos más, estará diciendo lo que en realidad pensamos: que nadie merece nuestra complacencia después de ver lo que hemos visto. Un boicot es un linchamiento legal y sin violencia.