Ironía
Ya es una realidad la inminente quiebra de empresas dedicadas al mundo del espectáculo y los eventos, así como un colapso a las producciones de cine y televisión. OCESA realizó conversaciones con artistas, representantes, agentes, recintos, y patrocinadores, con la intención de llegar a un acuerdo de viabilidad para posponer los eventos a una fecha por definir, en caso de no encontrar compatibilidad de agendas, proceder a su cancelación; poco a poco irán dando a conocer a través de sus diferentes canales de comunicación la situación de actividades; a los clientes que tengan boletos de eventos suspendidos podrán solicitar la devolución de su inversión. Las Vegas apagó sus luces, cerró casinos y cancela espectáculos; la industria del ocio y la hospitalidad emplea el 25% de los trabajadores del Estado de Nevada en los Estados Unidos en forma directa. La productora de eventos como EDC y Beyond Wonderland ha anunciado el despido temporal del 50% de su fuerza laboral. Promete recontratarlos una vez se puedan realizar festivales nuevamente. Cuando ves a una de las gigantes productoras de festivales de música electrónica tomando estas duras decisiones, te das cuenta del enorme impacto del Covid 19 en la industria musical. Muchas personas consideran que no es un duro golpe y después de un mes podemos tener todos los eventos que estaban agendados. Lamentablemente parece no ser el caso ya que se estima su regreso para el año 2022 y muchas organizadoras están atravesando por momentos muy difíciles. La mayor organizadora de conciertos y festivales en el mundo: Live Nation, tiene más de 30 mil eventos pospuestos o cancelados y Ticketmaster en todo el mundo tiene que hacer reembolsos. Es la realidad que acontece en las grandes finanzas empresariales, ya se imaginarán la situación de los pequeños y medianos productores, estamos en números rojos, no hay ingresos, se realizaron cancelaciones, reembolsos y no dan la cara las autoridades a pesar de manifestar en medios que hay programas de apoyos debido a la contingencia. Gobiernos municipales, estatales y federales argumentan tener millones de pesos destinados para apoyos empresariales. Te solicitan a través de sus plataformas te registres, envíes información muy específica con documentos que acrediten la legalidad de tu información, como CURP, INE, comprobante de domicilio, declaraciones fiscales, carátulas de banco, y tu alta del SAT (qué será de los artistas que no cuentan con esos requisitos); publican números de teléfono, los cuales nadie contesta adecuadamente, o no saben cómo rastrear tu documentación a pesar de arrojarte un folio, te vuelven a solicitar la documentación, pero ahora que la lleves a unas oficinas pero físicamente nuevamente. Nos registramos en el Ayuntamiento capitalino, San Luis Potosí, en el programa “Mantén tu negocio”, ya que somos miembros fundadores del programa Puro Potosino, es increíble cómo apilan cientos de miles de carpetas con documentos, cuando un sistema tecnológico ya los posee y no se tenga el conocimiento para trabajar bajo un esquema de tecnología a la época actual, y lo más extraño, tienes que firmar unos recibos del supuesto apoyo a recibir solo con tu firma y nombre, pero debes dejar en blanco la fecha, y firmar otros recibos autorizando al ayuntamiento a recibir a tu nombre un monto económico que supuestamente será depositado a una tarjeta que brindamos con nuestros datos. Buscamos estar presentes y te manifiestan que por disposición oficial no hay reuniones físicas, que ya habían hablado por teléfono conmigo, situación nuevamente extraña ya que no he recibido ninguna llamada y nadie me ha generado instrucciones del proceso a seguir. Lo mismo sucede con la Secretaría de Cultura municipal, te das de alta en una plataforma la cual por más enredosa que está, envías toda tu documentación para comprobar que realmente necesitas de un apoyo económico; tampoco existe respuesta alguna y se desconoce a dónde fue a parar tu información. Daremos seguimiento de investigación dado a los mensajes y correos recibidos por la comunidad artística potosina que no sabe cómo encontrar soluciones adecuadas de ayuda gubernamental. De Secretaría de Cultura Estatal ni sus luces porque su frase de Prosperemos Juntos, sólo aplica al personal de la dependencia.