Morena, abuso de poder
Repentinamente, como si en los últimos años hubiesen vivido en total oscuridad, distintos grupos de la sociedad civil se percataron de una verdad pública que, por años, ha estado frente a sus ojos.
¿Y cual es esa verdad?
Que el de López Obrador no es un gobierno democrático sino una dictadura; una verdad documentada por años en éste y otros espacios y que muchos aún hoy se niegan a ver.
Sin embargo, el lunes, 9 de noviembre del 2020, el presidente mexicano se quitó la máscara y, a los ojos de todos, se exhibió como un vulgar dictador.
Y es que luego que la organización civil, Mexicanos Unidos Contra la Corrupción, reveló raterías e irregularidades en los gobiernos de Morena y, en especial, en el financiamiento del partido oficial en la elección presidencial, López Obrador lanzó una típica amenaza dictatorial.
Dijo que emprendería una cacería fiscal de empresas y empresarios que financian a Mexicanos Unidos Contra la Corrupción.
Así lo dijo: “Vienen estos empresarios que aportan millones de pesos y esta fundación se dedica a combatirnos a atacarnos. Es la fundación que presento mas de 100 amparos en contra del aeropuerto de Santa Lucía y los que están financiando son empresarios muy poderosos. Ojalá y aclaren si es cierto que están dando este dinero y como es que se deducen de impuestos.
“Hay que revisar si es legal porque no ingresa ese dinero al presupuesto público, si no tienen autorización para entregarlo a esta asociación. Y debe de haber otras. Entonces sí vamos a hacer una revisión y aquí vamos a aclarar sobre lo que están aportando.
“El señor Claudio X, González, es nuestro adversario, es hijo de Claudio X, González, el que fue asesor de Salinas y siguió teniendo mucha influencia con Zedillo, con Fox, con Calderón, con Peña Nieto…
“Ahora se da a conocer que su fundación, su grupo, es financiado por grandes empresarios, desde el 2015, desde el 2016, empresarios, y eso lo quiero ver y ojalá y no se vaya a interpretar como censura, pero son empresarios que deducen impuestos, que no pagan impuestos porque destinan recursos a fundaciones como la de Claudio”.
¿Quedó claro? Si, es el aviso presidencial, a los empresarios, de que inició el terrorismo fiscal contra aquellos que critiquen las raterías oficiales. En pocas palabras, asistimos al descaro de la dictadura de López Obrador.
Sin embargo, van mucho más allá las señales de que el de López Obrador no es un gobierno democrático sino dictatorial.
Por eso, a continuación, los diez ejemplos de que vivimos en dictadura, a pesar de que muchos se niegan a abrir los ojos.
1.- Un gobierno dictatorial es de un solo hombre o una camarilla impune. ¿Quién, además de AMLO, manda en México? ¿A quién, de la camarilla de AMLO, se ha castigado por las escandalosas raterías? Nadie.
2.- En una dictadura no existe la división de poderes. En México están totalmente sometidos al presidente los poderes Legislativo y Judicial.
3.- Una dictadura tiene en un puño su peculiar aplicación de la ley; el Control de la Fiscalía General y del Tribunal Supremo. AMLO ordena a quien investigar, perseguir y llevar a prisión. Y, el mejor ejemplo es la persecución ordenada por el presidente contra Mexicanos Unidos Contra la Corrupción.
4.- La ilegalidad y la violación a la Constitución y a sus leyes son el signo de una dictadura. Obrador tiene presa, de manera ilegal, a Rosario Robles; echó de la Corte, de manera ilegal, al ministro Eduardo Medina Mora y persigue a muchos otros; políticos, empresarios y periodistas.
5.- Una dictadura usa la intimidación, el terror y la represión, como sellos de poder. El gobierno de Morena disolvió a balazos una manifestación en Cancún, de mujeres que exigían aclarar el crimen de una mujer; a balazos disolvió la Guardia Nacional una protesta por el agua en Chihuahua y el saldo fue una mujer asesinada. Además de la intimidante incursión, en todo el país, de las bandas criminales.
6.- Una dictadura se basa en la propaganda mentirosa para contener a los ciudadanos. Las “mañaneras” presidenciales son el mejor ejemplo de esa propaganda mentirosa y mañosa.
7.- Toda dictadura busca el control y censura de los medios. López controla a casi todos los grandes medios –que aplauden y solapan–, salvo Reforma, El Universal, El Financiero y un puño de periodistas independientes.
8.- Todo dictador cancela a los partidos opositores. El dictador López Obrador promovió la creación de tres nuevos partidos paleros, con lo que tiene seis partidos a su servicio.
9. Las dictaduras también persiguen a sus opositores. Y qué mejor ejemplo que la persecución contra México Libre y contra el grupo “Sí Por México”, entre otros opositores.
10.- Y todo dictador suspende derechos y libertades. En la dictadura de AMLO es delito ser crítico; ejercer la libertad de expresión; han sido asesinados 28 periodistas cuyos criminales siguen impunes; es delito la libre organización, libre manifestación y la libre empresa.
¿Así o más claro?
Y es que, si López Obrador actúa como dictador, es porque se trata de un dictador. ¿Hasta cuándo tolerarán los mexicanos esa dictadura?
Al tiempo.