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Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
Aquí lo dije y lo documenté durante más de una década.
Dije y documenté que López Obrador, sus proyectos políticos, sus
aliados y sus gobiernos, no eran otra cosa que parte de la naciente “narco-
política” que, paso a paso, se apodero de nuestro país.
Y si existía alguna duda, hoy se confirmó la existencia de los “narco-
gobernadores”, como el de Sinaloa –Rubén Rocha Moya–, quien fue parte
del operativo para “la captura y extracción” de Ismael Zambada, “El Mayo”
y del hijo mayor de “El Chapó”, Joaquín Guzmán López.
Pero no es todo. En ese mismo operativo –como también aquí lo
dije–, los “narco-políticos” de Sinaloa le dieron muerte a Héctor Melesio
Cuén, ex rector de la Universidad de Sinaloa, ex fundador del Partido
Sinaloense, ex diputado federal electo y enemigo número uno de Rubén
Rocha Moya, gobernador de Sinaloa.
En pocas palabras, resulta que la detención y extracción de “El
Mayo” y del hijo de “El Chapo” a Estados Unidos, habría sido resultado de
una disputa política entre el gobernador de Sinaloa y el ex rector de la UAS
Pero lo más escandaloso es que esa disputa dejó al descubierto no
solo el “narco-Estado” de López Obrador, sino la “narco-herencia” que
carga la “espuria” Claudia Sheinbaum.
Pero vamos por partes. En declaración difundida por su defensa, el
narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada dio a conocer que no se
entregó voluntariamente, sino que fue emboscado.
Eso habría sucedido cuando Zambada acudió a una reunión con el
gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, y con Héctor Melesio Cuén
Ojeda, diputado electo y ex rector de la Universidad de Sinaloa.
La defensa de Zambada difundió la declaración en redes sociales, en
donde “El Mayo” confirmó que él no se entregó voluntariamente a las
autoridades estadounidenses, sino que Joaquín Guzmán López, hijo de “El
Chapo” Guzmán, organizó una trampa para capturarlo.
Es decir, ahora resulta que el mayor narcotraficante del mundo es un
tonto que se cree todo lo que le dicen.
Así lo dijo, según la versión de su abogado:” Fui a una reunión para
resolver diferencias entre líderes de la política en Sinaloa. Era intervenir
en las disputas entre Rubén Rocha Moya, el gobernador, y Héctor Melesio
Cuén, quien fue rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. En la
reunión estaría presente Iván Guzmán Salazar”.
” El 25 de julio, llegué al rancho en que sería la reunión, en Culiacán.
La reunión se programó a las 11:00 am. Yo llegué un poco temprano. Vi
hombres armados y vestidos de verde militar, pensé que era gente de
Joaquín Guzmán y sus hermanos. Le pedí a parte de mi equipo de
seguridad que cuidaran el perímetro, dos entraron conmigo”. (FIN DE LA
CITA)
¿Es creíble tal declaración? ¿Qué se desprende de esa ingenuidad del
narcotraficante más poderoso del mundo?
Lo único cierto es que con López Obrador en Palacio, llegaron no solo
el “narco-gobierno” federal, sino los “narco-gobiernos” estatales y
municipales y sobre todo, al “narco-partido” Morena.
Pero si aún lo dida, lo anterior lo dije aquí en el Itinerario Político del
26 de mayo del 2021, titulado: “¡El Crimen Organizado ya votó por
Morena!”, en donde advertí sobre el peligro de la participación de las
bandas del crimen en la llamada “elección intermedia”
Así lo dije: “Las bandas criminales también votan.
Y en la elección del 6 de junio del 2021 los barones del crimen ya decidieron su voto… y el
voto de esos grupos criminales en la elección más grande de la historia se
llevará a cabo mediante métodos nada convencionales.
“En realidad imponen “los usos y costumbres” de los grupos mafiosos;
la plata, el plomo, el secuestro y las amenazas. Pero, además –y por pura
casualidad–, el voto mayoritario de los criminales resultará favorable al
partido oficial, Morena.
“¿Y cómo sabemos que los criminales organizados votarán en su
mayoría por el partido de López Obrador?
“Elemental, porque el 60% de los hechos violentos ocurridos a lo largo
de la elección –crímenes, amenazas y secuestros–, alcanzaron a
candidatos, precandidatos y políticos identificados con la alianza PRI, PAN
y PRD.
“Sólo 17% de los ataques fueron lanzados contra precandidatos,
candidatos y políticos vinculados con Morena, mientras que el restante 23
por ciento fue dirigido contra políticos de otros partidos.
“De esa manera, de los casi 100 precandidatos, candidatos y políticos
vinculados a partidos –que han sido asesinados–, por lo menos 60 se
identificaban con la coalición del PRI, PAN y PRD, mientras que sólo 17
pertenecían a Morena y los restantes 18, a otros partidos.
“Sin embargo, lo peor está por venir. ¿Por qué? Porque según fuentes
castrenses, todo puede pasar en estados como Baja California, Baja
California Sur, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nayarit, Colima, Oaxaca,
Sinaloa, Sonora y Zacatecas; todas entidades en donde el crimen apuesta
por el control estatal y municipal, para favorecer al partido Morena.
(FIN DE LA CITA).
Y sí, tal como lo pronostiqué aquel 26 de mayo del 2021, la elección
intermedia “fue un día de campo” para los grupos criminales, que
mediante las urnas atraparon las entidades del Corredor de Pacífico, su
mayor zona de influencia.
Se los dije, con López Obrador viviríamos un “narco-Estado” Y hoy
no existe duda.
Al tiempo.