
Trump, ¡uy que miedo!
La Procuraduría Fiscal de la Federación, PFF de la Secretaria de Hacienda, SHCP por uso y costumbre, ha dado a conocer una concesión al CONACYT. La notificación a la directora del CONACYT está fechada el próximo pasado 30 de Abril, con número de oficio 529-I-028/20.
La concesión consiste en que los 26 centros públicos de investigación, CPIs, coordinados por el CONACYT podrán seguir operando sus fideicomisos. La PFF de la SHCP respaldó la solicitud de los titulares de los 26 CPIs para la excepción de extinción.
Además, se respaldan los fideicomisos de FORDECYT-PRONACES que financia el programa de la administración actual en el tema; con escasos recursos debe señalarse.
Otros fondos respaldados son aquellos ligados a compromisos internacionales signados por el Senado de la República, que adoptan rango constitucional, como FONCICYT.
Si bien es una buena noticia para los CPIs, es muy marginal para la ciencia, tecnología e innovación, CTI, nacional.
Es decir, la PFF de la SHCP respalda aquellos fideicomisos de la administración actual, cosa poco novedosa, y aquellos que representan un monto muy escaso.
En ese mismo documento, la PFF de la SHCP señala que los dos fideicomisos formados por excedentes petroleros, tanto el de hidrocarburos como sustentabilidad energética, deberán tener otra suerte pues se argumenta y fundamenta en otras leyes, diferentes a la Ley de Ciencia y Tecnología, LCyT.
Los fondos formados por excedentes petroleros han financiado proyectos CTI en temas energéticos de gran relevancia nacional. Tales esfuerzos se agruparon en los llamados Centros Mexicanos de Innovación en Energía, CEMIE, en diferentes estrategias de generación de energía sustentable.
El uso de biomasa para producción masiva de energéticos combustibles que favorezcan la economía circular como los casos de biocombustibles gaseosos, sólidos, bioetanol y otros, como bioturbosina. Dentro de éstos hay excelentes resultados CTI que incluyen patentes basadas en el conocimiento generado; que por cierto ha sido reportado en las revistas científicas mas prestigiosas por disciplinas.
Otros CEMIE están enfocados en energía solar, eólica, de océano, todas energías sostenibles; la sustentabilidad energética tan necesaria en México.
Es relevante que el conocimiento generado sea la base de la tecnología desarrollada, y ésta sea patentada porque eso provee control sobre el uso, licenciamiento o comercialización de los productos de la CTI: Conocimiento.
Las patentes a que me refiero protegen los derechos en diferentes países, dependiendo dónde sea otorgada. Al ser la propiedad de tales derechos de instituciones públicas federales, es el Estado Mexicano, a través del ejecutivo federal, quién los posee.
Esto ha sido perdido de vista en la extinción de estos fondos. Dos posibilidades arrojan tal extinción de fideicomisos, que no son mutuamente excluyentes.
O México adquirirá productos de la CTI desarrollados y protegidos por otros países; o México usará tecnologías maduras, renuncia tácita a la sustentabilidad energética y la economía circular con graves impactos ecológicos.
Los proyectos quedarán inconclusos, a menos que se repare en corregir la extinción de los fideicomisos.
Este vértice de productos CTI, en sustentabilidad energética, es de tal relevancia nacional que la buena noticia para los CPIs palidece, aun cuando se invoquen laureles de triunfo, si es que extinguen tales fondos.
Respecto del respaldo para FORDECYT-PRONACES, pues, estos son los programas estratégicos nacionales, así que va en la línea de sostener las prioridades del ejecutivo federal; que de propiciar un apoyo real en las capacidades de la CTI mexicana podrían ser una buena opción, pero, en simil lucen mas caprichosas.
La extinción de FONCICYT implicaría incumplimiento de compromisos internacionales; un tiro en el pie. Corrigen en estos fondos, no está mal. Pero son tan pequeños y sujetos a reglas de otros países que son escasamente solicitados. Para empezar porque mayormente requieren de la concurrencia de recursos propios.
Son inviables o muy pequeños, en la mayoría de los casos no permite ni la incorporación de posdoctorantes a grupo mexicanos, pero privilegia que suceda en grupos CTI de otros países; perdemos talento formado.
El decreto presidencial que funda la extinción fue hecho sobre las rodillas, en intento de aprovechar el enorme distractor que representa el Coronoavirus y las tragedias que trae consigo.
Ahora una concesión marginal a la CTI nacional será proyectada y bandera de propaganda, cuando ha sido mas que claro el desdén desde el inicio de la actual administración federal.
Es un respaldo paliatorio por dar la apariencia justa o razonable, pero no lo es. Cohonestación, un disfraz que pretende encubrir dos realidades.