Solo 29 días y otro periodista muerto
Creo que como monero no solamente tengo la tarea de criticar y señalar los errores cometidos por las administraciones públicas, o retratar a la sociedad y sus vicios, a mi entender, también es deber del monero con su capacidad de síntesis y un toque de humor plasmar la historia de su tiempo.
De vez en cuando trato con mi caricatura de hacer una fotografía de la situación que estamos viviendo al momento. Sé que es una desventaja para el humor gráfico periodístico el que se sienta como una tarea poco seria, y pareciera que todo es burla y escarnio, pero también tiene una función de tocar conciencias y en algunos casos resumir los sentimientos y emociones colectivos con el afán de dejar un testimonio gráfico diferente.
Quién puede recordar de las décadas pasadas cualquiera de las crisis económicas que vivimos, los momentos difíciles que pasamos por nuestros devenires políticos o incluso las catástrofes de origen propio de la naturaleza misma de nuestro planeta, como son los terremotos, huracanes, sequías o incluso enfermedades inusitadas, sabrá que en muy rara ocasión hemos tenido que vivirlas a un mismo tiempo.
Hoy tenemos una situación política llena de divisiones y cambios obligados, una crisis económica que, si bien tiene lejanas raíces globales, se está desarrollando lenta e irremisiblemente dentro de nuestro ámbito nacional, con sus peculiaridades y propias causas, y el azote incomparable de una pandemia global que inevitablemente llegó a nuestra patria y está golpeándonos duramente, segando vidas, cambiando todo a nuestro alrededor. Y afectando nuestra economía a través del rampante desempleo y la recesión ineludible. Añádase a esto el clima de inseguridad que ha venido creciendo desde décadas antes y ha alcanzado un esquema de terror y guerra en nuestro país.
En esta caricatura quiero mostrar un poco de la espeluznante convergencia de crisis que vivimos hoy en día, vista desde la perspectiva del ciudadano común que la debe enfrentar individualmente, solo con sus habilidades, conocimientos y pericias, adicionadas con las que los gobiernos han divulgado, procedentes muchas de ellas de científicos avocados a darnos conocimientos y técnicas útiles para apoyarnos. El ciudadano promedio que tiene que enfrentar a una supervivencia como nunca se había necesitado en la historia reciente de la humanidad.
Sin el deseo de trivializar ni los acontecimientos anteriores ni la presente situación, este monero ha caído muchas veces en recordar lo leído, escuchado y percibido en películas, libros y pláticas sobre los duros días que vivieron en otras épocas y latitudes algunas civilizaciones que sufrieron la devastación de la guerra, esas historias donde la voluntad de los ciudadanos comunes aunado al instinto de supervivencia natural en cada ser humano, ha llevado a formar una notoria esperanza naciente del propio espíritu humano individual o colectivo.
Esta caricatura no es para plasmar solamente los hechos que estamos viviendo actualmente en esta mencionada convergencia de crisis. Aunque no lo parezca, es principalmente para homenajear ese espíritu humano de supervivencia y nuestra voluntad que a pesar de las graves dificultades que se nos han presentado, nos mantienen sostenidos en este precario equilibrio. Creo que cuando encontremos la fuerza y el equilibrio para estabilizarnos un poco, comenzaremos la reconstrucción y el crecimiento. Ese sin duda será un tiempo mejor que el que vivimos hoy, pero sin duda superaremos este histórico tiempo.