
Los niños que fuimos
Al fin, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó y obtuvo de Juez federal órdenes de cateo y de aprehensión por (i) delincuencia organizada y (ii) robo de hidrocarburos –asuntos de su competencia- contra jefe mafioso detenido el domingo. Será puesto a disposición de juez federal en CEFERESO de El Altiplano, en Edomex. Por secuestro en flagrancia y órdenes estatales le hacen escala en la Fiscalía de Justicia del Estado (FGJ Gto) para lo propio. “Al éxito le sobran padres; el fracaso es huérfano”, se dice. Temprano se colgaban medallas autoridades estatales y federales. La acción fue judicialmente planteada por la FGR, que deberá seguir proceso y obtener sentencia por esos y otras causas acumulables, esperamos; debió actuar mucho tiempo atrás; necesaria la coordinación y colaboración, reconocibles. Pero ¡Gobiernos federal y estatal lo dejaron crecer, y fueron incapaces, por más de 10 años, de contener violencias del mafioso que privó vidas, libertades, patrimonios público y privados; sueños y tranquilidad de miles de guanajuatenses! Su grupo en guerra contra el CJNG desde 2017: otro objetivo pendiente del Presidente, FGR y UIF. Ambas autoridades siguen debiendo: Pérdidas de vidas y otros bienes humanos, irrecuperables.
No relativicemos dato, tampoco absoluticemos. Ponderemos. Digamos que en el desempeño de la función pública de seguridad, las autoridades cumplieron deberes básicos; y para muchos guanajuatenses, demasiado tarde. Mínima empatía con víctimas. Con realismo crítico debemos establecer estándares o promedios tolerables de violencias y delincuencias, no de alta impunidad como la hoy sufrida. La autoridad tiene el monopolio del uso de la fuerza para garantizar el respeto a las personas, su integridad, libertades y patrimonios, y para mantener orden y paz públicos, fines de la seguridad; éste es nuestro derecho ciudadano; de las autoridades, su obligación. Bueno fue que el presidente López no tuvo ocasión de soltarlo. Responsabilidades federales hay muchas pendientes en huachicol, drogas, armas.
¿Qué sigue? De FGR y la FGJ Gto: Observar el debido proceso, inmediatamente judicializar por las conductas conocidas en flagrancia (secuestro de mujer, armas, dinero), esperando esas evidencias bien custodiadas, para lograr vincular a proceso, obtener medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, y aseguramiento de objetos. Segundo: Imputar delitos de los que FGR o FGJ Gto no tuvieron tiempo de solicitar orden de aprehensión a efecto de obtener del juez su vinculación a proceso, y pedir acumulación de causas. Tercero: Habiendo solicitado FGR orden de aprehensión por delincuencia organizada, desdoblar carpeta para acumular otras causas federales: tráfico de armas, de drogas, secuestros o levantones y homicidios del grupo delictivo. Cuarto: tanto UIF como Fiscalías debieron iniciar investigación de extinción de dominio para aquellos bienes obtenidos ilícitamente de sus actividades delictivas y pedirla al juez, fundamental. ¿Y su base social?
Es de esperar mejore sensación de seguridad. El capo sumó bandas que descabezadas se fracturarán y disputarán mercados ilícitos por su cuenta. La real coordinación Federación-Estado se constatará cuando contengan toda la red de cómplices. Y al mismo tiempo, hay que ir por otros, el CJNG ya, empoderado y ahora predominante en el estado en el mercado de ilícitos y de rutas de trasiego.
A la Federación (FGR, UIF, Guardia Nacional) corresponde seguir persiguiendo a la delincuencia organizada y actividades de huachicoleo, tráfico de drogas y armas, trata de personas, grupos feminicidas, secuestradores y de desaparecidos. A Estado y municipios coordinarse y empezar por prevenir violencia y delincuencia con participación social. Y combatir secuestro, robo, extorsión. Es nuestro derecho.