Diferencias entre un estúpido y un idiota
En materia económica, México ha vivido en esta 4T un panorama sombrío, vive una situación de crisis económica reflejado en la caída del PIB y vivirá una posible recuperación económica si los planetas (T-MEC, inversión, reactividad doméstica de la economía) se alinean en 2021.
En tiempos de la 4T, decrecía el PIB en 2019 y venía a la baja en el 2020; llegó la Covid 19 y agudizó o “justificó”, depende del cristal con que se mire, ese mal momento económico, que inició, comentan analistas financieros serios, con la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Una decisión política del Presidente para separar el poder económico del poder político, sin duda. Para marcar su territorio y dejar en claro quién mandaba.
Pasaban los meses y los grandes proyectos de inversión de la iniciativa privada nacional e internacional no llegaban; salvo los megaproyectos “tan cacareados”: aeropuerto de Santa Lucía, Tren Maya, refinería Dos Bocas, etc., y los demás no se asomaban por el picaporte nacional. Simplemente los datos de nuevas inversiones (inversión extranjera directa) no mejoraban ni se vislumbraba para cuándo. El panorama económico, insisto, era gris.
En cambio, a falta de inversiones y crecimiento económico, se publicitaba el cachito de la esperanza: la rifa, no rifa, del avión presidencial; ¿recuerdan el famoso “pan y circo” de la era romana? Bueno, algo así. Distractores espectaculares para evitar el debate de lo importante.
Y con una economía a la baja… llega el virus y con ello la imposibilidad de relanzar la economía, entre otras cosas, por el distanciamiento entre el Consejo Coordinador Empresarial (que agrupa a los empresarios más poderosos) y López Orador, en gran medida, por el diferendo de cómo afrontar los apoyos económicos a las Pymes y la nula posibilidad para que el gobierno federal aplazara el pago de impuestos a las mismas.
El CCE presentó un plan económico muy distinto al que implementó el Presidente y ello provocó la “guerra fría” que aún se vive entre ambos actores poderosos del país, el económico y el político y, que se espera, se vaya poco a poco reestableciendo pasados los meses más complicados de la pandemia. Aquí de plano a Alfonso Romo, jefe de gabinete de AMLO y enlace con los empresarios, no se le ha visto.
Y ante el rojo panorama del PIB para 2020, pronosticado hasta el momento por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en menos 10 puntos y, ante la falta de inversiones o cancelación de las mismas en un marco en que el Presidente acusa de corruptos a empresarios españoles y cancela proyectos apoyado en consultas populares… López Obrador se dice optimista del panorama de los próximos meses. Palabras que parecen más producto del irrealismo que del optimismo si no se modifica la relación gobierno-IP.
El Presidente debe tener otros datos; T-MEC, me supongo, es su palanca de salvación, por eso visitará en agradecimiento a Donald Trump el mes de julio en Washington. Porque de otra forma, no veo cómo pueda atraer inversiones si las cancela o cuestiona.
Twitter: @icalderon_