Ironía
Dice la sabiduría popular que quien escupe para arriba le cae en la cara.
Es a colación de la estrategia reiterada desde Palacio Nacional de polarizar para ganar simpatías votantes; destaco el contraste de unos miles de científicos respecto a millones de votos, a los segundos se les engaña con combate a la corrupción al acusar, mediada la FGR, a 31 personas.
Imputar a un puñado de profesionales de la Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, además de tener tintes revanchistas, ha sido, una vez mas, para provocar polarización con la pretensión de ganar intenciones de voto y popularidad como blindaje de gobierno.
Incluso hay quien ha externado que la persecución se debe “sino al comprensible resentimiento de quienes nunca le hemos entendido al Baldor” (https://www.milenio.com/opinion/jairo-calixto-albarran/politica-cero/cientificos-contra-rudos-rudos-rudisimos); si alguien no le entiende al álgebra de escalares no es culpa de quienes son profesionales de la CTI y tampoco debe preocuparse, alguna otra habilidad y capacidad tendrá.
Tan así la estrategia de polarización que, desde el púlpito de la homilía mañanera, se usaron insinuaciones de corrupción generalizada en la comunidad CTI con desvaloración de las implicaciones de actos y dichos desde esa tribuna; dichos que, en parte, irritan a la comunidad en CTI para estimular la polarización.
Incluso la Jefa de Gobierno en la CDMX fue manchada toda vez que ella también se dedicó, en un tiempo, a la CTI, pero nadie quiso hacerlo notar; esto no significa que ella haya cometido o no ilícitos, solo digo que los dichos desde Palacio Nacional son desproporcionados e irresponsablemente utilizados para polarizar como estrategia político-electoral.
Las palabras desde palacio son escuchadas como instrucciones, quizá lo sean; la FGR, en voz del fiscal especializado, no está satisfecha con la negativa a la orden de aprehensión; lo cual sugiere que no quitarán el dedo del renglón.
Quienes han sido imputados esta vez no deben fiarse, como manifestó el astrónomo y excoordinador del Foro, en que esta orden de aprehensión haya sido negada, otra puede ser solicitada y otorgada; ya se verá.
El riesgo de fabricación de delitos o persecución revanchista es otra componente de preocupación en la comunidad de CTI; afortunadamente, ha habido respuesta masiva.
Respecto a las 31 personas imputadas, la Jefa de Gobierno, predilecta del gran elector en la carrera adelanta hacia el 2024, fue mesurada y calificó como excesivo el señalamiento de delincuencia organizada y sugirió que se investigue lo necesario pero que “a mi me parece excesivo”, declaró.
Hacer giras conjuntas desde el Zócalo de la CDMX no quita la cara al escupir hacia arriba; las alabanzas mutuas por Xochimilco no evitan vulneración por un pasado en CTI; de por sí, otras personas interesadas, ya desde el Senado o ya desde la SRE, piden piso parejo al 2024 y se dejan ver en la toma de posesión en Zacatecas o San Luis Potosí.
En la perspectiva de Huey Tlatoani, como todo en su haber, el fondo del asunto es político electoral; sin embargo, la polarización deja mal parado, a todas luces, en el ámbito internacional a México, a las destapadas corcholatas y al gobierno que encabeza.
El fondo real del asunto es la enorme cantidad de huecos normativos en materia de CTI, y cómo no los habrá si el poder legislativo tiene ocupantes de curules con desconocimiento profundo; como el grupo de Senadores que relacionaron el caso de los 31 imputados y solicitan que la UIF haga investigaciones a universidades, hecho que provocó desmarque del senador aspirante a la candidatura presidencial por el partido gobernante.
Los vacíos de ley en materia de CTI son abundantes y preocupantes; por ejemplo, el Artículo 36 de la LCyT vigente dice que se constituye al Foro, pero nunca ni se decretó su creación ni se dice que debe ser una A.C.; solo dice que debe ser autónomo, ¿de quién su debe ser su autonomía?
Falta una reforma seria, incluso de alcances constitucionales.