Diferencias entre un estúpido y un idiota
La LXIII legislatura del estado de San Luis Potosí ha sido calificada de plano como ineficiente. Ya que solo una de cada cinco de sus iniciativas han prosperado más allá del proceso legislativo. Las comisiones en su mayoría tienen atascadas varias de estas acciones en diferentes puntos del proceso. Los diputados de este congreso no se caracterizan por ser de por sí, puntuales y cumplidores en asistencia, ahora se les ha expuesto como servidores públicos de baja capacidad gestora.
Este monero siempre ha mantenido la idea de que los ciudadanos debemos de mantener una constante vigilancia sobre nuestros asambleístas, al igual que cualquier otro funcionario público electo o designado por los poderes de la unión. Actualmente los congresistas de nuestro Estado necesitan un jalón de orejas de parte de los ciudadanos, exigiendo un mejor trabajo legislativo más allá de repetir con sus voces angelicales en coro “si señor gobernador, lo que usted pida, señor gobernador” y mejor activar todos los atrasos que mantienen en el limbo procesal.
Esperemos que esta nueva camada de políticos no se quede en esta inercia estática e ineficiente, o que vengan nuevos líderes, que verdaderamente se apliquen a velar por los intereses de San Luis Potosí y sus habitantes.