Economía en sentido contrario: Banamex
Lejos de todas las discusiones filosóficas, ideológicas, argumentativas, emocionales, legales y civilizadas que pueden existir en torno a la modificación de nuestra Constitución Política, por decisión de unos pocos que están lejos del espíritu de la República, donde se trata de representar los sentimientos, necesidades e impulsos de la nación, se da el uso del poder del apoyo popular para elegir las opciones que, a criterio del funcionario, serán las mejores o las correctas para el pueblo, pero no dejan de ser tan solo la opinión de unos pocos. La reciente reforma judicial a la ley de amparo y de amnistía que propone la Cuarta Transformación (4T) tiene que analizarse forzosamente desde un punto de vista crítico y objetivo. En verdad, en nuestro México no se puede observar el paso sin ver el guarache.
¿Por qué los gobernantes actuales quieren hacer estas modificaciones y a quién benefician directamente en el peor de los casos? En el juego de «piensa mal y acertarás», un gobierno que no ha sido ni cercano a la eliminación de la corrupción entre sus filas, como lo había prometido, que solicite un cambio en las reglas justo cuando está por terminar su periodo es mucho más que sospechoso. Se infiere que son completamente parciales y ventajosos en esta decisión, no solo por el hecho de que están buscando cubrirse las espaldas después de que se pudieran descubrir todos sus actos de corrupción y hasta criminales, sino también porque se sabe que están comprometidos con los únicos y verdaderos enemigos de la patria que aún quedan: los criminales que conforman las grandes mafias conocidas como los cárteles.
Desde su campaña, Andrés Manuel López Obrador advirtió sobre una posible amnistía a los narcotraficantes, y solo un legislativo medianamente equilibrado impidió que lograra su objetivo. Su objetivo no era solamente dar fin a un enfrentamiento que en su momento se pintó como maligno y que llevaron a cabo los gobiernos de Calderón, Fox y Peña Nieto. Pero no, en realidad muchos intuyen que era un compromiso con quienes apoyaron la campaña de Andrés Manuel y hoy la de Claudia. Los grandes capos son los grandes beneficiarios, y hoy, en opinión de este monero, el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa estas modificaciones de la ley que beneficiarán a corruptos y criminales. Se siente el padre de una reforma que solo traerá caos y más crimen a nuestra patria. Todo el mundo sabe que si un acto contra la sociedad o la humanidad no tiene consecuencias, se repetirá generación tras generación hasta que alguien legisle y ejecute dicha ley para detenerlo.