Los perros de la dictadura
Le asignaron la construcción.
Le dieron plenos poderes para modificar los planos iniciales e inclusive para tumbar un cerro de rituales pasados y enterrar cementerios de mamuts.
Pero al Ejército Mexicano le faltaba la formalización.
Y ésta le llegó en silencio.
Ya cuenta con una nueva “sociedad anónima de capital variable”.
La Empresa de Participación Estatal Mayoritaria se llama Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, S.A. de C.V.
Una empresa con misión mundial, imagen universal de México, pero con un costo nominal muy bajo: apenas cien acciones con valor total de 100 millones de pesos.
Dice la resolución del Poder Ejecutivo publicada en el Diario Oficial de la Federación el martes pasado en forma de oficio dirigido al general Luis Crescencio Sandoval:
“Con base en lo anterior, el monto inicial de la participación estatal será de 1’000,000.00 (un millón de pesos 00/100 M.N.) de origen presupuestal a la Secretaría de la Defensa Nacional y $10.000,00.00 (diez mil pesos 100/100 M.N.) al Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada, S.N.C., como accionista minoritario”.
NINGUNA MANO CIVIL
En el aeropuerto insignia del sexenio no habrá mano civil.
Queda muy claro en la resolución firmada por el procurador Fiscal de la Federación “en suplencia por ausencia del Secretario de Hacienda y Crédito Público”, de los subsecretarios y del oficial mayor.
Determina el texto de Carlos Romero Aranda:
“La Empresa de Participación Estatal Mayoritaria podrá llevar a cabo todas las acciones necesarias para administrar, operar, explotar y constituir el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, prestando los servicios aeroportuarios, obtener, bajo cualquier título, concesiones, permisos, licencias, autorizaciones y en general, ejecutar todos los actos necesarios para llevar a cabo su objeto social, de conformidad con sus Estatutos Sociales y demás disposiciones aplicables”.
O sea, todo.
No se precisa, pero vale acotar:
El manejo del espacio aéreo es derecho exclusivo del Seneam (Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano) de Víctor Hernández Sandoval.
AVANZA LA TV ABIERTA
1.- Nadie sabe para quién trabaja.
Entre más se elogian las plataformas de streaming, más se consolida la televisión abierta.
La Encuesta Nacional del Consumo de Contenidos Audiovisuales 2019 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) destaca:
La televisión libre incrementó el año pasado cinco puntos de preferencia en audiencias -pasó de 72 a 77 por ciento- y todavía falta medir el comportamiento durante la pandemia y el encierro.
Además, 70 por ciento de los suscriptores de televisión de paga recurren a canales abiertos.
Entre público de la televisión abierta, 52 por ciento es adicta al Canal 2 o “de las estrellas” y 44 por ciento al Canal 5, ambos de Televisa, presidida por Emilio Azcárraga.
Entre niños el aumento de televisión abierta fue mayor: ocho puntos para sumar 82 por ciento de preferencia, de ahí el dominio de Canal 5.
Para los expertos, la conclusión es simple: para destronar a la televisión abierta no bastan tecnología y campañas de publicidad.
2.- Cada mes los gobernadores esperan con ansia los niveles de aprobación.
Ayer Massive Caller la difundió la del 14 de diciembre: los primeros cinco lugares son ocupados por la priísta Claudia Pavlovich y cuatro panistas.
Y 3.- A propósito, Claudia Pavlovich pide considerar a Sonora en lugares preferentes para la vacuna anti Covid por ser un estado fronterizo y de alta afluencia de ese foco de infección llamado Estados Unidos.