Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
Hay confusiones demasiado comunes cuando de conceptos técnicos se trata; la complicación viene cuando se toman decisiones a partir de conceptos confundidos.
Que si realidad aumentada o realidad virtual. Ambas son muy diferentes. Realidad virtual, por ejemplo, es una videoconferencia donde se podrán tomar decisiones en órganos colegiados; como una junta directiva de empresa privada. Entretanto, la realidad aumentada implica percibir sensaciones como la tridimensionalidad de objetos que en la realidad concreta son planos.
Ya visto así no es tan sutil.
Pues resulta que recientemente la SHCP ha declarado que usará Big Data para detectar a empresas llamadas factureras (https://www.eleconomista.com.mx/economia/Con-big-data-el-SAT-puede-detectar-a-factureras-20191021-0123.html); esas que simulan actividades empresariales pero que sólo comercian con Comprobantes Digitales Fiscales por Internet, CFDIs. La preocupación legítima, y ahora legal, es la evasión de impuestos mediante la emisión de CFDIs como consecuencia de actos simulados.
La parte de Ciencia de Datos que se conoce como Big Data trata con el almacenamiento y procesamiento de miles de millones de datos en sistemas TICs. Si bien se hay millones de operaciones con CFDI diarias en México, no es tanto como el tema de información subida a la nube, generada en todo el mundo, que llegará en breve a ser de Exabites cada día.
En términos técnicos, la SHCP debería usar Inteligencia Artificial para explorar en esos conjuntos de datos; mismos que, aunque son muchos, no son tantos. Big Data pierde relevancia ante los algoritmos.
Es decir, SHCP debe recurrir a algoritmos para reconocimiento de patrones de conducta, hacer minería de datos y texto, también minería gramatical y de sintaxis, así como matemáticas, como el caso de la teoría de grafos y otras, para identificar las redes de empresas implicadas en los ilícitos.
Sin algoritmos robustos y claros se pueden cometer errores al hallar a alguna empresa genuina e identificarla como facturera; sin serlo, pues.
No es Big Data sino Inteligencia Artificial lo que necesita la SHCP para explorar en los muchos datos generados mediante CFDIs.
En algunas Universidades y Centros Públicos de Investigación se genera conocimiento y forman recursos humanos, con capacidades matemáticas y en TICs, suficientes, para apoyar en esta labor que luce titánica.
Ahora bien, los algoritmos además requieren robustez. Me explico.
Los algoritmos de identificación de patrones deben ser enormemente selectivos y precisos. Por ejemplo, deben poder identificar a los factureros pero, a la vez, tener el cuidado del caso con el manejo de tal información que puede incluir datos personales sensibles.
No soy abogado, pero si el manejo de datos personales sensibles, como nombre u otros, se fuga por falta de algoritmos robustos es posible que leyes en materia diferente a la fiscal sea recurrida para eludir posibles responsabilidades.
Incluir en los algoritmos, mediante Inteligencia Artificial, al resto de normas que imponen obligaciones a las autoridades es muy relevante para que la estrategia fiscal tenga efectos objetivos y favorables a las finanzas públicas.
Hacer una cacería de talentos para la incorporación de tales algoritmos es muy importante para el desarrollo correcto de la herramienta TIC; sobre todo previo a la cacería de factureras.
La toma de decisiones necesita precisión técnica. Por ello, la Inteligencia Artificial es la herramienta matemática correcta; no Big Data.