
El uso del pasado
Por el gesto presidencial, se ve que Andrés Manuel López Obrador no esperaba la claridosa defensa del gobernador queretano Francisco Domínguez Servién en sus terrenos.
En pocas palabras, lo culpó de los ataques a la oposición con propósitos electorales, principalmente a los gobernadores mejor calificados, como él. Pancho reviró dos veces desde el montículo de la mañanera para ver los reflejos del adversario, o tal vez porque sintió las miradas lasser en la espalda.
No hay segunda interpretación del discurso de Domínguez Servién, quien no dudó en crucificar a su Particular Guillermo Gutiérrez Badillo mientras se aclara la investigación del video promocionado por López Obrador en la mañanera del martes.
Ya avanzado el partido, al presidente no le quedó más que cambiar de estrategia y defender al de Querétaro de la insistencia reporteril que le preguntaba si pediría licencia al cargo.
López Obrador se dio cuenta que abrió mal la serie que terminará el viernes en Aguascalientes con otro aguerrido gobernador de oposición, Martín Orozco Sandoval.
En este estado deberá portar cubrebocas en todo momento mientras esté en espacios y oficinas públicas, según marca la norma publicada el 31 de julio en el Periódico Oficial.
Un día antes, sus compañeros gobernadores federalistas de oposición, los que habían llegado a San Luis Potosí, se hicieron tomar una foto de grupo como mensaje de unidad que circularon en redes sociales, Enrique Alfaro, Silvano Aureoles, Fco. García Cabeza de Vaca, José Rosas Aispuro, Javier Corral Jurado, Jaime Rodríguez y Miguel Riquelme.
El mensaje era una muestra de músculo a la federación que los tiene postrados por falta de recursos, aunque en ese tono de ‘amenaza amable’ de lenguaje político.
Después de la reunión de seguridad en Querétaro el tiempo apremió y el presidente tuvo que romper su promesa de viajar solamente en aeronaves oficiales por extrema urgencia.
Así que decidió tomar un helicóptero de la Secretaría de Marina, después del tripulado por el Almirante Rafael Ojeda Durán, y como policía china su ayudantía que ya parece todo un Estado Mayor Presidencial, trataron de pasarlo desapercibido pero no resultó, no cuando menos para Literal México.
No debemos cansarnos de denunciar las posturas lacayunas que arriesgan la salud de los demás por quedar bien con López Obrador.
La foto del presidente con la Conferencia de Gobernadores es el mapa de la zalamería. Los gobernadores de Hidalgo, Omar Fayad Meneses y el de Tabasco, Adán López Hernández y el titular del IMSS Zoé Robledo Aburto, acompañaron al Ejecutivo en esa irresponsabilidad sinrazón, enorgullecida de soberbia.
Fayad ya sufrió el coronavirus y puede sentirse inmune, pero es latente transmisor de contagios, además de un mal ejemplo para su estado.
La insistencia para señalar a los descubrebocados parece un canto en el vacío pero no lo es, y deberían ser objeto del reclamo público, porque esa actitud de protagonismo está llevando al país al abismo, aún con la insistente demagogia de los cuentos mañaneros.
Para terminar el día, al superdelegado federal en San Luis Potosí, Gabino Morales Mendoza, organizó, posiblemente por órdenes de su jefe Gabriel García Hernández, una fila de despedida a López Obrador con “Servidores de la Nación” que fueron tomados por una cámara indiscreta.
En el video se aprecia que un mando de ellos los apura con el humillante “¡Órale mensos..!”, al divisar el convoy presidencial en la avenida. Gabino Morales ataviado de rojo llevaba la batuta (video https://twitter.com/literalmexico/status/1296251061074833409?s=20).
Amerita que se les llame a cuentas. Los Servidores de la Nación es en realidad un ejército electoral de Morena con cargo al presupuesto federal ¿dónde está la Secretaria de la Función Pública Irma Eréndira Sandoval?