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Trump, ¡uy que miedo!
Antier, 25 de octubre, vi completa la comparecencia de la DG del CONACYT ante la Comisión de Ciencia y Tecnología, CCT, del Senado de la República.
Al verla me preguntaba, ¿acaso una persona puede ir a falsear información y hablar con verdades a medias, mentir, pues, ante una autoridad (en este caso la CCT del Senado) con la mano en la cintura sin consecuencia alguna?
No se trata del dicho propagandístico en el tinglado armado para esos fines mediante el púlpito de una homilía mañanera, sino que ante una autoridad comparece, sobre hechos concretos, una funcionaria pública.
Como cuando la Senadora Balderas, de MORENA, en la segunda ronda de cuestionamientos, inquiere a la compareciente sobre opacidad, relación con retrasos en ministraciones y convocatorias en el Sistema Nacional de Investigadores, SNI, y otros temas
La directora de CONACYT, cuando retoma las preguntas para hablar, note que no escribo contestar, sino hablar, se dice sorprendida; acto seguido una secuencia de verdades a medias. La directora habló en el sentido contrario a los siguientes hechos documentados:
1. La directora de CONACYT se ha comunicado con la comunidad de profesionales en Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, sólo mediante monólogos o escritos, nunca con diálogos.
2. El SNI tiene retrasos en su convocatoria y resoluciones de dictámenes por evaluación; de hecho, al cierre de esta entrega no han sido publicados los resultados para 2022 de la primera ronda para dictámenes, faltan las reconsideraciones y el año ya casi acaba. De facto, se han perdido dos años de procedimiento del SNI en la actual administración.
3. Hay retrasos en la dispersión del emolumento; como ejemplo está el hecho que a miembros del SNI se les ha interrumpido el pago de beca porque CONACYT hace cambios de funcionarios, a pesar que el convenio esté firmado por el beneficiario.
4. Es discriminación retirarle la beca SNI a profesionales de la CTI sólo porque que laboran en instituciones de educación privadas; si cumplen con los requisitos de productividad y los procedimientos normativos para dictámenes favorables, entonces debe otorgárseles la membresía junto con los beneficios que se impliquen. Aunque el emolumento pueda ser convenido con las instituciones, es indebido retirarlo unilateralmente como da cuenta la protección del estado mediante amparos a quienes lo han solicitado (por cierto, incumplir o desatender órdenes judiciales es desacato y es punible).
Atrajo mi atención que la Senadora Galvez, quien no pertenece a la CCT, hizo acto de presencia y formuló dos preguntas concretas, que aquí se simplifican como sigue:
A. ¿Dónde están los respiradores? Para enseguida pedir que la inviten a conocerlos y verlos en hospitales, y
B. ¿Qué ha sido de la vacuna llamada patria?
Luego de una palabrería sin respuesta, tan concreta como las preguntas, la directora de CONACYT quedó de invitar a la Senadora Galvez, se apuntaron mas senadores, para conocer los respiradores; “quesque” hay varios desarrollos o si la funcionalidad es compleja, que están en el IMSS y hasta en el extinto INSABI, no bueno, que a chuchita la bolsearon.
De la segunda pregunta por la Senadora Galvez, nada; el hecho, como ha sido documentado, es que la vacuna fue diseñada en Estados Unidos, licenciada a México y nunca ha habido una tercera fase de implementación en nuestro país; además, ya como para qué si hay en el mercado vacunas y la tasa de contagio es manejable por programas de vacunación.
Vaya, hasta digo la compareciente, ante pregunta expresa del Senador Ramírez Marín, que no hay subejercicio en CONACYT, sino que se regresa el recurso que sobra a la federación “¿cómo va a ser eso sub-ejercicio?”, alzó voz amenazante la directora.
Todas las palabras que habló mostraron evidencia de lo indefendible en una administración que ha destruido el sistema científico nacional.
Hablar cantifleado intencionalmente es pretenso manejo político, mentira y confesión con la mano en la cintura.
¿Habrá consecuencias?, veremos.