Morena y el gobierno fortalecen su control
Quienes conocen del tema, y quienes no, solamente pueden sorprenderse al escuchar sobre los blindajes protectores que utilizan los vehículos monstruosos de criminales de alto perfil en México. Es increible el gasto destinado a los materiales y la construcción de estos destructores acorazados, diseñados para alcanzar sus objetivos en los peores escenarios de horror que vivimos en el país.
Estos cobardes aplican toda su capacidad económica para crear refuerzos y protecciones suficientes que les permiten llevar a cabo sus ataques sin sufrir un solo rasguño.
De igual manera, la Cuarta Transformación, que se autoproclama patriota y defensora del bien de México, recientemente ha creado un “blindaje” legislativo que abarca desde la Cámara de Diputados hasta la de Senadores, protegiendo todas las modificaciones que impondrán en nuestra Constitución para el beneficio de su movimiento (que no es necesariamente el beneficio de México comosuelen pintar). Para ello, eligieron guardianes que, en lugar de dirigir los poderes legislativos con responsabilidad, se han convertido en meros perros de ataque, listos para destruir a cualquiera que intente frenar su vorágine destructiva.
Por un lado, tenemos al impresentable Gerardo Fernández Noroña, mejor conocido como el «changoleón”», quien, al igual que Andrés Manuel López Obrador y otros, se ha forjado a base de marrullería, pero además con una trayectoria marcada por misoginia, clasismo y evidentes desviaciones psicológicas. El otro guardián es Ricardo Monreal Ávila, quien de forma más taimada se ha convertido en uno de los ideólogos de la 4T. A pesar de mostrar visos de rebeldía, mantiene su propio feudo junto con sus hermanos en Zacatecas, donde actúa como amo y señor. Conocido por sus enredos y actos de corrupción, Monreal es, cuando menos, el más astuto de los rufianes de peso dentro de la Cuarta Transformación. Junto a Noroña, ha creado una barrera infranqueable que impide a la oposición acercarse siquiera a intentar corregir, aunque sea un poco, el daño y el abuso que se ha hecho a nuestra Constitución a la vista de todos.
Este cartón, como otros que ha hecho este monero, pretende retratar irónicamente un momento en el que los cambios históricos se marcan como burdos dientes de engranaje, mordiendo el delicado tejido de la historia. Estos dos personajes han construido el blindaje más duro imaginable para alcanzar el gran sueño que ellos llaman el “segundo piso de la Cuarta Transformación”, aunque todo México y el mundo sabe que no es más que el inicio de una dictadura tiránica, peor que la que padecimos en el siglo XX bajo el yugo del PRI.