Claudia no baja ante Xóchitl, pero…
Ante el increíble avance de una pandemia global, el gobierno de la 4T encabezada por Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, ha tenido buenos y acertados momentos, como fue la elección del Dr. Hugo López-Gatell como mariscal en los esfuerzos contra la contingencia del Covid 19.
Sin embargo, muchas de las decisiones, acciones y pronunciamientos del gobierno frente a la pandemia han sido ampliamente criticados por su clara oposición a las brillantes mentes que trataban de dirigir desde su posición como científicos y médicos los esfuerzos coordinados en materia de salud.
El tiempo, factor fundamental fue temerariamente menospreciado y la falta de preparación, el caótico desajuste del Sector Salud del mismo gobierno, con la consabida escasez de equipamiento e insumos, aunado a la falta de protección dentro y fuera del hospital para el personal de salud, está ocasionando que esta epidemia avance más allá de los contagios en una oprobiosa manifestación de la incapacidad del Ejecutivo y su falta de verdadero liderazgo.
Este monero (a veces un poco ateo) les ha prendido muchas velitas a todos los santos, pidiendo que salgamos victoriosos gracias a la organización ciudadana, la civilidad patriótica, la solidaridad que nos ha hecho varias veces orgullosos a los mexicanos y la buena dirección de los servidores públicos, que a pesar de la temprana incredulidad de la Administración Federal han conseguido enormes logros palpables hoy, y esperemos que fructíferos mañana.
Aun así, todo parece indicar que el desastre es inminente, a pesar de las buenas intenciones del gobierno y la participación de muchos (no todos los mexicanos).