Eje sospechoso Madrid- Oaxaca
Pocas ocasiones, como el martes 17 de noviembre del 2020, la revisión cotidiana de la llamada prensa nacional nos arrojó al rostro, con demoledor realismo, el tamaño de la tragedia que viven millones de mexicanos.
Y no, no se trata sólo de la fatalidad por la pérdida de vidas y por el número de enfermos que provoca la pandemia.
En realidad las primeras planas de la prensa de ayer martes nos confirmó que vivimos una de las peores catástrofes nacionales, no sólo producto de calamidades naturales –como la pandemia y las lluvias–, sino resultado de uno de los peores gobiernos de la historia.
Y es que si bien se acumulan los daños por la pandemia y las lluvias, también es cierto que se apilan los fracasos oficiales –ayer documentamos aquí sólo 100 fracasos–, y aparece el rostro macabro de la ingobernabilidad.
¿Dónde está el piloto…? Reclaman ciudadanos desesperados.
Y una tenue respuesta, de risa loca, en la esquina de un diario: “El presidente emite un decreto para impedir las lluvias”.
Es decir, que la tragedia no solo desborda las primeras planas de la prensa nacional –que no puede ocultar más la emergencia de ingobernabilidad–, sino que también anuló la retórica mañanera, que hoy no sirve de nada.
¿Por qué?
Porque día con día son menos los ciudadanos que toman en cuenta o la perorata presidencial. Por eso, cada día son más horas de retórica presidencial que, en los hechos, ofende a más ciudadanos.
Así las primeras planas de diarios del martes 17 de noviembre del 2020.
Los titulares de Reforma fueron los siguientes.
1.- “Quiebran 32.500 negocios en CDMX”. ¿Qué significa la “quiebra” de esos negocios –entre micro, pequeños y medianos–, en la capital del país?
La respuesta la conocen todos; vivimos uno de los mayores niveles de desempleo en la historia. Pero es sólo el principio, ya que el presidente López Obrador decretó a la desaparición de las empresas outsourcing.
Y, mientras el primer mundo ayuda a las empresas, en México los gobiernos federal y capitalino las odian. Y el mensaje es el mismo que a los pobres: “¡Que se jodan!”.
2.- “Estalla pipa en Nayarit: hay 14 muertos”. ¿Qué hay detrás del estallido de una pipa, en una carretera, con un saldo de 14 personas muertas?
Está claro que los accidentes ocurren en todo el mundo. Sin embargo, en este caso, según testigos, la pipa era perseguida para robarla. Lo demás lo saben todos; el gobierno de López no sólo tolera sino solapa a las bandas criminales, que se han apoderado del país entero.
3.- “Que se ahoguen los pobres, reprochan en Tabasco”. ¿Qué entender de la locuaz declaración de que el presidente ordenó inundar a los pobres, en Tabasco? Sí, resultó mentiroso el potente eslogan de “primero los pobres”.
Los titulares de El Universal son así:
a).- “Conagua desconoce el estado de las prensas”. Es decir, que si bien las inundaciones en Tabasco se debieron a calamidades naturales, como la lluvia, también es cierto que el recorte presupuestal sin ton ni son –ordenado por el presidente–, tiene en ruinas a dependencias completas, como Conagua.
b).- “Tras asesinar a sus primos, menor intentó matarse”.
De nueva cuenta la tragedia infantil en la Ciudad de México. A nadie le importan los niños; no le importan al presidente Obrador, tampoco a la jefa de gobierno de la capital y menos al partido en el poder, Morena. Un problema que ignora la mayoría de diputados al Congreso de CDMX, de Morena y que convierte al antiguo DF en la zona más peligrosa para los niños.
En pocas palabras, también aquí aplican la máxima presidencial de moda: “¡que se jodan los niños!”.
El titular de El Financiero es el siguiente: “Pierde turismo casi 11 mil MMD por Covid”. ¿Y qué hace el gobierno de López Obrador para remediar esa tragedia en una de las industrias fundamentales para México?
La respuesta es idéntica; a Obrador no le importa el turismo. “¡Que se jodan!”, igual que los pobres, que los niños, que las pequeñas empresas.
El diario Excélsior encabezó así su nota principal: “Se agrava la crisis en municipios”. Es decir, que el 75 % de los municipios están en quiebra técnica, por falta de recursos para atender el Covid-19 y la inseguridad.
La misma historia, al Obrador sólo le importa gastar el dinero de los contribuyentes para sus obras consentidas; no le importan los municipios.
Así la cabeza de Milenio: “Se ensaña virus con amas de casa, desempleados y jubilados”. Es decir, con los más pobres. Y sí, también aplica la clásica de AMLO: “¡Que se jodan!”.
Y El Sol de México nos regala una variante: “Con pruebas falsas estafan a mexicanos”. De nueva cuenta la impunidad del crimen organizado, que vende falsas pruebas anti virus, además de gel y cubre-bocas inservibles.
¿Quién hace algo contra esa industria criminal? Nadie, porque al presidente tampoco le importa. Sí, otra vez: “¡Que se jodan los ciudadanos!”.
¿Y dónde está el presidente; “el piloto”? No lo esperen, no hay piloto.
Al tiempo.