Morena, abuso de poder
El fraude es un engaño, con la intención de conseguir un beneficio, donde alguien sale perjudicado.
El repudio de los ciudadanos a Morena es brutal por la maniobra parlamentaria para otorgarle la licencia a Manuel Velasco Coello para continuar en la gubernatura de Chiapas, a cambio de cinco curules en la Cámara de Diputados para alcanzar la mayoría absoluta.
Por supuesto que esta doble moral tiene que ser moldeada para justificar la acción. El coordinador de Morena en San Lázaro, Mario Delgado, asegura que no hay traición alguna, porque esos cinco diputados del PVEM se unen al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo esa justificación no quitó el asco que produce el Partido Verde en el obradorismo, y en el resto de ciudadanos fuera de ese partido, creado expresamente para beneficio de un grupo en particular, con una sorprendente capacidad de adaptación por la total ausencia de principios.
¿Se justifica el deplorable acuerdo para alcanzar un fin, sin importarle los medios..? porque la respuesta de Mario Delgado va a contracorriente de la ética evangelizadora de López Obrador durante 18 años.
¿Acaso es otro engaño..?
Porque “El pueblo NO se equivoca”, es el argumento que utiliza Andrés Manuel para justificar la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto de la CDMX, -que por cierto los Ingenieros acaban de concluir que debe seguir en Texcoco- y ahora ese pueblo le echa en cara la alianza con la cofradía del Verde, con los González, con Arturo Escobar, Alejandro Puente, Manuel Velasco, y más.
A dos meses de la victoria, las opiniones están cambiando, la abrumadora votación de 30 millones de electores se diluye y emerge la pregunta entre ellos: ¿fuimos engañados..?
Los cánticos, alabanzas y veladoras prendidas en las inmediaciones de la Casa de Transición, están cambiando por hordas de reporteros que ahora cuestionan a López Obrador por los nuevos amigos impresentables del Verde.
El presidente electo responde a la reportera de Milenios desde su automóvil, apuntado a la cara con un micrófono rojo que se niega a salir por la ventana: “Corazoncito, ahora no quiero hablar de eso, corazoncito, voy a reunirme con los diputados, corazoncito”, esos diputados lo esperan para posar frente a las cámaras, una bancada conformada por 256 legisladores, según cuentas de Mario Delgado, otros aseguran que son 252. Para fines prácticos es mayoría absoluta.
AMLO llega con sus diputados, la formación es espectacular, rebasan a muchos parlamentos completos del mundo, son equivalentes a dos senados mexicanos. El líder es flanqueado por Yeidckol Polevnsky a su izquierda y por Mario Delgado a la derecha, en seguida Tatiana Clouthier y Porfirio Muñoz Ledo.
Ironías de los primeros dos meses: Tatiana le dejó tirada la subsecretaría de Gobernación antes de asumirla, Porfirio tuvo el martes el segundo día de perros con Gerardo Fernández Noroña, un furibundo elemento de la cofradía que se niega a callar algunas contradicciones, no todas, y que otros justifican con el dogma de fe que les inspira el presidente electo.
¿A pesar de los 30 millones, ganó el fraude..?
Imaginemos que el discurso de Andrés Manuel en campaña hubiera sido: “Continuaremos con los gasolinazos; se quedará la Reforma Energética y sólo le haremos unos pequeños cambios; se terminará el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la CDMX en Texcoco, tal como está; el Ejército y la Marina continuarán en las calles en la lucha contra el crimen organizado; perdonaré a los corruptos salientes… etcétera, etcétera”.
¿Volverían a votar en las urnas tal como lo hicieron esos 30 millones de ciudadanos..?
SUSCRIPCIÓN A CORREO: http://ow.ly/S7Ho30igRJ7
twitter: @HugoPaezOficial blog: http://hugorenepaez.blogspot.mx
facebook: https://www.facebook.com/hugopaezopinion