La Pica / Editorial

De acuerdo con un análisis distribuido por la Concanaco Servytur, sobre las medidas sanitarias, sociales, administrativas, fiscales, apoyos y subsidios en cada entidad federativa, San Luis Potosí apareció en los primeros lugares del país por la gran cantidad de acciones que lleva a cabo.

Solo Aguascalientes, Colima, Quintana Roo y Yucatán se le asemejan, lo cual indica que la parte que le toca al Gobierno del Estado está en marcha.

Lo interesante de este trabajo es que no hay juicios a priori de las medidas, sino solamente información, algo positivo en tiempos en que el coronavirus se contagió de politización.

Destacan, sobre todo, las medidas sanitarias alineadas con las del Gobierno Federal y una gran cantidad de medidas fiscales para evitar el desempleo en las empresas.

¿Cuáles son las que están entonces en la lista negra por haber despedido a más de cuatro mil potosinos que de su trabajo formal mantenían a sus familias? Sería el colmo que aparezcan entre las beneficiadas, no creen.

Ahora sí que la secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, no solamente lidia con el coronavirus, la necedad de cierto sector de potosinos que sigue en las calles y las conferencias de prensa diarias, sino que también debe apagar fuegos ajenos.

Con la instalación de un túnel dizque sanitizante en el acceso principal del hospital Covid 19 de Soledad de Graciano Sánchez por parte del diputado federal Ricardo Gallardo Cardona, ahora la secretaria puede quedar como el cohetero: si lo quita le chiflarán y si no lo quita, también.

Porque, por un lado, tiene al doctor Hugo López-Gatell Ramírez diciendo que esta clase de túneles no sirven para nada y es más, resultan contaminantes; y por otro, enfrentaría a un político marrullero que se haría la víctima para hacerla quedar mal ante los pacientes.

Lo mejor es que se imponga la razón: y ya sea la doctora o el propio Gallardo, quiten esa cosa del hospital, por la salud de los potosinos.

Donde hubo mucho ruido y pocas nueces fue entre los partidos políticos de San Luis Potosí.

Luego de la propuesta -y exigencia- a donar parte del dinero de sus prerrogativas para la adquisición de ventiladores que servirán a los pacientes graves de coronavirus que no puedan respirar, todos dijeron que sí le entraban, pero no dijeron cuándo.

Lo oficial es que ninguno de ellos se ha acercado al Ceepac para solicitar la reducción de los dineros y destinarlos al combate de la pandemia.

¡Ah!, es que ellos sí saben guardar la sana distancia y aplican a rajatabla el Quédate en Casa, no vaya a ser.