La Pica

Las memorables renuncias por «motivos personales», son cosa del pasado, no sólo en la 4T, sino en todos lados.

El turno fue del inspector Raúl Alanís Beltrán, hasta este miércoles director general de Seguridad Pública del Estado, quien dejó el cargo en medio del escándalo y descalificando a su exjefe, el secretario Jaime Pineda Arteaga.

Básicamente dijo que no lo dejaba trabajar, que daba órdenes directas y por si fuera poco, «no comparto la estrategia de seguridad por demás fallida que en últimas fechas ha implementado el secretario».

¡Ay, dolor!

Ya habrá tiempo para analizar lo sucedido y las letras chiquitas de este rompimiento de contrato, pero de entrada puede decirse que ya no se soportaban, el barco se está hundiendo y lo peor: Alanís nunca mereció estar ahí, porque no abandona a la SSPE, sino a los potosinos.

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Y mientras en la capital potosina hay disputas intestinas entre los mandos a cargo de la seguridad pública, en los municipios lo que más quisieran es tener por lo menos armas de juguete para defenderse.

Si no, pregúntenle a la presidenta municipal de Coxcatlán, Ibeth Arenas Vidales, donde un comando de varios sujetos encapuchados puso en jaque al puñado de policías que tiene y hasta el mando terminó con sus cachetadas guajoloteras.

A ese grado de indefensión están los cuerpos policiales en Coxcatlán y en casi todos los municipios huastecos.

Eso sí, habrá aeropuerto, hotel de cinco estrellas y casino. “Nada más” falta la vigilancia.

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Donde las aguas están revueltas es en la licitación para el arrendamiento de 210 unidades vehiculares en el Ayuntamiento capitalino, porque como en los partidos de futbol, nadie queda conforme con el resultado.

Y es que los participantes están descontentos con las bases de la convocatoria municipal y afirman que las cartas están marcadas a favor de ciertas marcas automotrices.

El tesorero Rodrigo Portilla Díaz comentó que durante la junta de aclaración se contó con los representantes de las concesionarias que participan en la licitación y los invitó educadamente, no vayan a pensar que en plan de camorra, a impugnar el proceso.

“Nosotros no trabajamos, como trabajaba la administración saliente”.

Y punto.

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