Preparativos para una amenaza llamada Trump
En la casa del PRI comenzó el proceso de selección de candidato a la Gubernatura en un entorno de camaradería, ayer los aspirantes varones desfilaron puntuales para el examen de conocimientos básicos, pasando esa primera aduana la convención de delegados decidirá sobre los registros y sacarán al bueno.
La solidez con que se arroparon deja abierta la posibilidad de que construyan una candidatura de unidad y luego, esperar a resolver si este candidato se perfila -según dicten los acuerdos de la coalición Sí por San Luis- directamente a la alcaldía capitalina, para que el ganador de la interna del PAN asuma la ruta hacia la gubernatura.
Por ahora queda esperar a que Acción Nacional decida en su elección interna del domingo quién será ese abanderado y que no ocurra nada extraordinario en su proceso, los tres competidores firmaron un pacto de civilidad, pero en la efervescencia política que se atraviesa, esa clase de acuerdos parecen escribirse sobre la arena.
El rumor de la salida de Mónica Rangel para contender por un cargo de elección popular se acrecentó tras filtrarse que tramitó su carta de residencia en el Ayuntamiento, un documento base para participar en procesos electorales constitucionales.
Aunque el desmentido vino de inmediato, a nadie asombra que busque alguna posición y tampoco que pudiera ser por Morena, ella misma admitió ser todo oídos a las propuestas políticas y dado el conflicto que se cargan en ese partido actualmente, todo puede suceder.
Otra posibilidad es que pudiera prepararse para inscribirse en el proceso de diputaciones federales, cuya convocatoria ya dicta el primer filtro para este viernes.
En cualquier caso, sobre la funcionaria pesarán en contra muchos temas que los votantes consideran en las urnas, el más grave, sus escándalos de presunta corrupción en la Secretaría que implican al tristemente célebre Gabo Salazar, pero además el manejo mismo de la pandemia de Covid 19 que ha dejado saldos funestos en San Luis.