Trump, ¡uy que miedo!
Mal inició Morena las precampañas rumbo a las elecciones de 2021 en San Luis Potosí, un estado que en este momento, según las encuestas, es un volado para cualquiera de los contendientes.
Con dos bandos políticos perfectamente delineados -no faltan los que se rasgan las vestiduras por esto-, queda claro que el conformado por Morena, PVEM, PT y Nueva Alianza está dividido, mientras el de Sí por San Luis Potosí (PRI, PAN, PRD y PCP), muestra un tono acorde a las circunstancias.
En el lado izquierdista-oportunista-acomodaticio, el problema es un nombre: Ricardo Gallardo Cardona, un político que es todo, menos indiferente, pero su forma extraña de hacer política y negocios le ha merecido muchos negativos, incluidas sendas investigaciones federales que podrían marcar su futuro inmediato. Morena, a su vez, tiene una cantidad abultada de pretendientes a la candidatura, lo que complicará las negociaciones y los acuerdos internos.
¿López Obrador podría dar el manotazo si no se ponen de acuerdo? Es posible, nadie cree que el Presidente se hará a un lado en la toma de decisiones para el cierre de su sexenio y el as bajo la manga se llama Esteban Moctezuma Barragán, por más que no haya renunciado a la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la fecha límite del 31 de octubre, pecata minuta para lo que estará en juego.
Del otro lado, el PAN logró la depuración que no quiso el senador con licencia Marco Antonio Gama Basarte, con las declinaciones de Rolando Hervert Lara, Xavier Azuara Zúñiga y Alejandro Lozano González, El Boris, por lo que dirimirá candidato entre el propio Gama, Sonia Mendoza Díaz, Xavier Nava Palacios y Octavio Pedroza Gaitán; PRD y Conciencia Popular, aceptarán a ese aspirante único y el PRI elegirá el suyo. Un camino menos empedrado que el del bloque rival.
El dirigente estatal de Morena, Sergio Serrano Soriano, que se había mantenido muy calladito salió respondón y anunció en conferencia de prensa que la mayoría de los consejeros morenistas potosinos repudiaban la posibilidad de coalición con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), pero horas más tarde, tuvo que tragarse sus palabras, porque la orden vino de arriba.
Como se sabe, la noche del martes, a pesar del zipizape, quedó registrada ante el Ceepac, la alianza entre ambos partidos políticos, por orden del nuevo presidente morenista, Mario Delgado Carrillo, quien simplemente usó el poder que tiene en estos momentos para tomar decisiones.
Ahora cobra más sentido la fotografía donde Delgado aparece muy sonriente con el malquerido Ricardo Gallardo. Ambos sabían su cuento, tanto así, que en meses recientes Gallardo tuvo el desplante de decir que su candidatura no la iba a decidir Serrano ni el morenismo potosino, sino el Comité Ejecutivo Nacional.
Pero que El Pollo no se confíe, porque está latente el brazo ejecutor de Santiago Nieto Castillo, titular de la UIF, quien no tuvo empacho en confirmar que sí lo está investigando.
¿Y Serrano? Lo mejor sería que ya renuncie, está claro que se volvió un cero a la izquierda en el partido Morena-San Luis.
El Ceepac parece ir un paso atrás en el blindaje y la seguridad de las elecciones, algo que quedó demostrado, una vez más, la noche del martes, cuando un grupo de morenistas irrumpió en su sede para tratar de reventar la coalición con el PVEM.
Lo peligroso, en todo caso, es que a las primeras de cambio haya decidido llamar a la fuerza pública estatal que, más rápido que con la diputada Alejandra Valdez Martínez, llegó para tomar el control y calmar los ánimos (si así actuara contra la delincuencia, otro gallo cantaría en seguridad).
Si así va a actuar el Ceepac, aguas, porque lo de esa noche fue un juego de niños con respecto a futuras protestas, cuando esté lo más caliente de las campañas, sobre todo si hay candidatos irresponsables que no sepan cuidar las formas, a su gente y actuar en el marco de la civilidad.
Pero la medida tomada por el órgano electoral no extraña, toda vez que todo el año ha solapado madruguetes políticos y solo condena los hechos, mientras que la SSPE de Jaime Pineda Arteaga necesita pensar dos veces cómo piensa actuar, porque en el lugar, según las transmisiones en vivo, había niños.