Ironía
Una de las grandes preguntas que todo mundo se hace, es si todos quienes piensan competir en las próximas elecciones bajo el cobijo de Morena, van a renunciar a sus cargos el próximo 31 de octubre.
Y es que, aunque el alcalde de Ciudad Valles, Adrián Esper Cárdenas, llegó a ese cargo de forma independiente, a lo largo de sus dos años de gestión se decantó por la 4T y no quiere ir a la candidatura sin el apoyo de ese partido.
Por lo pronto, continúa haciendo pininos preelectorales con giras a la capital potosina y sus zonas aledañas para sostener reuniones de cara a lo que viene, y el turno siguiente será el domingo en una huerta de Soledad de Graciano Sánchez para tomar parte en un evento.
Llegará enrachado, luego que “Mientosky” -como llamaba a la empresa encuestadora de Roy Campos- lo pusiera como el mejor alcalde de San Luis Potosí. Eso sí, en el lugar 29 del país, para que no se crea mucho.
Gabino Morales Mendoza se ha significado como un morenista fiel al presidente Andrés Manuel López Obrador, y su anuncio de dejar la superdelegación que le fue conferida en San Luis Potosí, no es producto de la casualidad, sino de que el plazo dado por el tabasqueño está por expirar y que tiene aspiraciones políticas.
Morales, al estar cerca de AMLO, puede decirse que es un político libre de pecados, ya que como sabemos, todo aquel que crea ciegamente en el Presidente, forma parte del pueblo bueno.
Al superdelegado le protestaron en una gira, y López Obrador lo defendió; sus compañeras de partido lo acusaron de todo, le cesaron temporalmente sus derechos políticos en Morena, y la Secretaría de la Función Pública no lo ha exonerado de una investigación, pero hoy puede decirse uno de los precandidatos en San Luis Potosí.
Como sea, Morales ha demostrado que aguanta vara y se sabe disciplinar, motivos suficientes para que no le hayan negado la oportunidad de hacer su luchita en las encuestas morenistas.
Además, el cargo de superdelegado dejó de lucir a los dos meses en todo el país, cuando López Obrador decidió bajarles el perfil para no pelearse tan pronto con los gobernadores que reclamaban tener en sus terruños a auténticos vicegobernadores. Y a partir de entonces, ya no fueron lo mismo.
La semana no cerró nada bien para San Luis Potosí, ni tampoco para Zacatecas, dos vecinos con zonas calientes disputadas por la delincuencia organizada.
La ola de crímenes, que ya casi supera los 50 cuando apenas va la mitad del mes, ponen a la entidad como un verdadero foco rojo del que el propio López Obrador se sorprende. Y en el caso zacatecano, las cosas no andan mejor, ya que entre semana hubo un tiroteo con 14 muertos, del lado de los maleantes.
La situación no es nueva para ninguno de los dos estados, solo que no se había vuelto tan visible como ahora, a raíz del tiradero de cuerpos que hubo en el área limítrofe.
De ahí lo valioso del dato que arrojó Massive Caller con su encuesta sobre percepción de inseguridad en el país, donde SLP ocupó el temible primer lugar y, ¿quién fue el segundo?: Zacatecas.