En Quadratín San Luis Potosí, lo grande comienza
El segundo informe de actividades del alcalde capitalino Xavier Nava Palacios, contará con la presencia del presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés Mendoza.
Al tratarse del mandamás nacional, puede interpretarse como una señal de respaldo, lo que coincide con el inicio del proceso electoral 2020-2021 a partir de este miércoles.
Se especula que también vendría el líder de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, como para dar a entender que ambos partidos podrían volver a hacer mancuerna.
Habrá que ver si Nava sale al claro, toda vez que ayer lo hicieron los dos primeros tiradores a la silla de Juan Manuel Carreras López: el morenista Leonel Serrato Sánchez y el senador panista -hoy con licencia- Marco Antonio Gama Basarte, uno de los siete que junto a Nava -sin ser panista-, competirán por la candidatura del blanquiazul.
Una de las bombas de la temporada electoral, sería una posible alianza PAN-PRI en San Luis Potosí para buscar ganar la gubernatura en 2021.
Ambos partidos podrían sumar fuerzas y tender las bases para competir juntos en un acuerdo sui géneris y extraordinario, pero no hay muchas otras opciones, ya que Morena encabeza todas las encuestas y, aunque no tiene un claro contendiente, luce difícil de vencer.
Sobre todo, si finalmente el PVEM dobla las manos y le acarrea más votos, que no son gran cosa, pero de todas formas sumará.
Lo anterior viene a cuento porque trascendió que habrá una reunión privada entre el gobernador Juan Manuel Carreras y el jefe del PAN, Marko Cortés. De configurarse una alianza, el siguiente reto será buscar en el PAN a alguien afín al PRI y en el PRI, ¡exactamente lo mismo!
Una de las grandes dudas a despejar, es si el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac), por fin hará valer su autoridad, a partir de hoy que el proceso electoral esté en marcha.
Y es que este órgano autónomo se ha visto rebasado por la derecha, por la izquierda, por el centro y en pocas palabras, si de futbol se tratara, sería una coladera como defensa, pero lo peor es que es el árbitro y hasta el momento se ha guardado las tarjetas amarillas y las rojas.
El problema en esta clase de partidos, es que si el hombre de negro permite que los jugadores hagan lo que quieran en el campo, el juego se le sale de las manos y todo termina en pleito, algo a lo que debe estar también preparado el Tribunal Electoral.
Por lo pronto, uno de los principales retos es que nadie está obligado a dejar el puesto o el cargo de elección popular aunque sean precampañas, una decisión muy sospechosa tomada en el Congreso del Estado, por lo que las jugadas estarán peligrosamente cerca del fuera de lugar.