Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
Una de las herencias del Prof. Alejo Rivera Ávila, acaecido este martes a causa del Covid 19, es la democratización de la Sección 26 del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en San Luis Potosí.
El hoy ex secretario general, nacido en el municipio de Tamazunchale, pero radicado en la capital del estado, emitió este año el Reglamento de Elecciones de las Directivas Seccionales y, «de esta manera nuestra organización sindical garantiza elecciones democráticas y transparentes».
Rivera, sin padrinazgos conocidos hasta ese momento, luchó contra los brazos políticos de la Sección 26 para asumir la Secretaría General el 26 de junio de 2016, y sustituyó a Ricardo García Melo, quien fue una herencia del también ex dirigente magisterial y ex diputado, Crisogóno Sánchez Lara. Gobernó al SNTE potosino en el periodo 2016-2020, pero aunque terminó su nombramiento en junio del presente año, el Covid 19 pospuso las elecciones internas por tiempo indefinido.
Quedó para el recuerdo esa votación histórica conque venció a sus rivales, por 471 votos a favor, 147 en contra y 17 nulos.
No queda claro lo que sigue para la Sección 26 del SNTE que, por lo pronto, ayer mismo dio a conocer sus condolecias por el fallecimiento del estimado profesor huasteco.
El que anda bien vigilado, con escoltas y toda la cosa, no es el ciudadano común y corriente, sino el mismísimo director de la Policía Municipal, Édgar Oswaldo Jiménez Arcadia.
Resulta que el mando policiaco está rodeado de individuos malencarados que a la menor provocación sacan a relucir que están armados hasta los dientes y sin uniforme, pero la razón se desconoce.
¿Será por todo lo que se dijo cuando capturaron a Noé Israel Lara Belman, El Puma, uno de los fundadores del Cártel de Santa Rosa de Lima, de Antonio Yépez Ortiz, El Marro?
Quién sabe, pero lo cierto es que Jiménez Arcadia dijo que este grupo especial lo acompaña por «motivos personales».
El mismo argumento que bien pueden tener los 2.8 millones de habitantes del estado, en estos momentos violentos, ¿no creen?
Resulta que en las protestas, sigue habiendo infiltrados y tal parece que nadie quiere darse cuenta.
Ayer nuevamente, sujetos que portaban gafetes de prensa, pero falsos, estaban en la bola que organizaron los belicosos diputados de Morena -¿quiénes si no?-, para buscar confundirse con los verdaderos representantes de los medios de comunicación potosinos que cubrieron el hecho.
Algo peligroso, ya que lo mismo ocurrió aquel 5 de junio cuando manifestantes violentos atacaron la sede Legislativa y se atrevieron a profanar el busto del padre constitucionalista, Ponciano Arriaga y la Bandera Nacional.
Habrá que ver cómo transita el recién inaugurado periodo de sesiones, porque los mensajes denigrantes contra los integrantes de otras bancadas, será una afrenta pendiente por cobrar.