Ironía
Mutilada y sin fuerza opositora, así quedó la Conago que preside el gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, quien hasta el momento de escribir estas líneas no había fijado ninguna postura respecto a la decisión que tomaron 10 mandatarios estatales, de abandonar este grupo que se suponía un frente político unido para abrir diálogo y negociaciones con el Presidente de la República en turno.
El principal argumento: la falta de defensa a los intereses federalistas, subyugados por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Mal quedó el gobernador Carreras con esta escisión política, ya que no supo conciliar esas posturas de sus colegas con la 4T. Fue una simple ilusión la cita celebrada en San Luis el pasado 19 de agosto, ya que desde antes, tanto López Obrador como la Alianza Federalista habían roto lanzas, en defensa de sus propias posturas.
Y no fue más duro el golpe, porque los federalistas «tuvieron a bien» estar presentes en San Luis, quizá con la pretensión que López Obrador fuese menos inflexible y más amigable con ellos, pero lejos de eso, les concedió unos cuantos minutos y dejó en el limbo, las propuestas discutidas con el Gabinete Federal.
Se fueron gobiernos fuertes, mucho más que el de San Luis, tales fueron los casos de Jalisco, Nuevo León y otros, con gobernadores aguerridos que hicieron pasar a Carreras un trago amargo, más a que López Obrador, en medio de una gran interrogante: ¿Por qué nunca lo tomaron en cuenta como su «presidente»?, y lo peor, ¿por qué no se despidieron de él?
Fulminante divorcio exprés y por eso duró tan poco la luna de miel.
Con la presentación del paquete económico 2021, ya veremos si valió la pena que San Luis se mantuviera en las filas del presidente López Obrador, pese a ser un estado gobernado por el PRI.
La gran duda se despejará este día, cuando los documentos lleguen a la Cámara de Diputados para iniciar su discusión.
El único gran proyecto que se espera sea financiado por la 4T está en la Huasteca Potosina, con el aeropuerto del municipio morenista de Tamuín, gracias a que fue un compromiso del presidente, pero con la palada de ayer a la Conago -en vías de extinción, a menos que AMLO la reviva para coraje de los federalistas-, puede darse por sepultada la Vía Alterna y otros proyectos de gran calado.
No hay que hacerse muchas ilusiones de recuperar el boquete de 500 millones de pesos que no llegaron de la Federación, ya que como ayer mismo dijo el tabasqueño en su mañanera: el presupuesto será austero, no habrá deudas y tampoco nuevos impuestos.
Básicamente le dijo a los gobiernos de los estados que se rasquen con sus propias uñas.
Al parecer Ricardo Gallardo Cardona ya sumó a sus filas del Verde al ex rector, ex alcalde capitalino y actual director del Conalep, Mario García Valdez.
En días pasados se les vio platicando muy juntitos, casi hablándose al oído y hasta dejaron que les tomaran la foto, para poner en claro dónde están los intereses de García, quien un día soñó con ser gobernador, pero dado su infumable paso por el ayuntamiento capitalino, habría sido un suicidio para cualquier partido haberlo postulado como su candidato.
Ahora, sin embargo, son tiempos políticos preelectorales y las alianzas y acuerdos están en su apogeo entre los distintos cuadros de la entidad.
Al menos Gallardo y García en algo coinciden: en el verde sus logotipos.