Diferencias entre un estúpido y un idiota
Dicen que lo mejor es lo peor que se va a poner, y parece ser el caso de la inseguridad en San Luis Potosí, que de por sí no cuenta con nuevo mando en la Guardia Nacional y ahora cae como balde de agua fría la próxima noticia: se va el General Guzmar Ángel González Castillo.
El Ejército es una de las pocas instituciones que inspira confianza y da resultados, pese a no ser su principal tarea la seguridad pública, lo mismo en el país que en esta entidad federativa, pero si a esto se suma la honestidad con que se enfrenta el problema, el mando militar tiene doble mérito.
Y es que mientras varios otros se la pasan con lamentaciones y justificaciones en las famosas Mesas para la Paz, el único integrante que está bien ubicado es Guzmar González, quien da santo y seña de lo que realmente sucede en cuestion de criminalidad, a tal grado que informa de la presencia de los cárteles.
Ahora lo que preocupa es la rotación de mandos que tiene la institución y que a la salida de Héctor Aldape Gallegos de la GN por supuesto ascenso, el General González vaya a ser cambiado en un mes, por límite de años en el servicio público. ¿Quién sigue?
El que tragó saliva por decir lo menos, fue el presidente de la Directiva del Congreso del Estado, Martín Juárez Córdova, quien con todo y traje y corbata, además de bien peinado, fue confundido por un policía con un activista.
Resulta que en la sesión de la semana pasada, un grupo de personas tomó la sede Legislativa, impidiendo que se celebrara la sesión ordinaria y por eso hubo que llamar a la fuerza pública.
Uno de los elementos municipales que llegó a poner orden, se dirigió de manera directa a Juárez, mientras dialogaba con los quejosos y lo quiso detener sujeto del brazo, maniobra durante la cual, quiso bajarlo del estrado.
Esto demuestra la incapacidad de la policía del mando municipal Édgar Jiménez Arcadia, que no conoce a sus propios representantes populares. Bueno, hasta los activistas criticaron este suceso y dijeron que si eso le pasa al presidente del Congreso, qué puede esperar la gente de a pie.
La nueva normalidad no sólo ha evidenciado el bajo nivel del sistema educativo en México cuando se trata de tomar las clases virtuales, sino también que los únicos perjudicados son los niños y jóvenes.
Los reportes más recientes indican que debido a falta de tecnología en muchos hogares o por fallas en el servicio que ofrecen las empresas privadas del país, los trabajos mal entregados se acumulan y los más pequeños del hogar no cuentan con la asesoría debida de sus propios padres.
La programación educativa no vivió sus mejores momentos en el regreso a clases, los canales de televisión usaron un lenguaje a veces incomprensible y las aplicaciones digitales también fueron un desastre.
Lo deseable sería que haya reportes sobre el avance educativo, transparencia, porque en este momento hay muchos vicios ocultos en la construcción de este nuevo sistema de educación.
Vaya tarea para los secretarios estatal y federal de Educación, Joel Ramírez Díaz y Esteban Moctezuma Barragán, curiosamente ambos tomados en cuenta por las encuestas rumbo al 2021.