Diferencias entre un estúpido y un idiota
El doble discurso que implementó desde hace tiempo el Gobierno Federal se ha convertido en una presión extra para los estados en el manejo de la pandemia por Covid 19, ya que la 4T usa el semáforo a su antojo, con señales encontradas a la población.
Tal fue el caso de San Luis Potosí, que el pasado viernes por la noche recibió con beneplácito que al fin había alcanzado el semáforo color naranja, que le permitiría realizar una nueva tanda de actividades públicas y privadas.
El problema es que la pandemia no cede, los casos positivos están en ascenso y el número de muertos no baja de cinco al día, así que aquí la curva va como en carretera en la sierra: para arriba.
Lo bueno es que el Consejo Estatal de Seguridad en Salud determinó que no aceptaba la promoción de López-Gatell y, como ya sucede en muchos lados, prefirió no hacerle caso. Así que seguimos en semáforo rojo, como debe ser.
¿Qué pensará la casta Valladares de la invitación que le hace a Juan Carlos Valladares Eichelmann, el impresentable Partido Verde Ecologista de México que pugna por la autorización del uso de la mariguana y la pena de muerte en México, entre otras propuestas alejadas de la defensa del medio ambiente y de la dignidad humana?
Seguro que el exalcalde Miguel Valladares García -trienio 1979-1982, sustituido al siguiente por Salvador Nava Martínez- estaría orgulloso de que su nieto pudiera gobernar la capital, como ahora sucede con el nieto de Nava, Xavier Nava Palacios, y luego aspirar a dar otro salto en la política, pero se ve muy difícil que aceptara caer en el juego del diputado federal Ricardo Gallardo Cardona.
Con el garlito de la alcaldía, lo que Gallardo pretende es quitarse piedras en el camino y ser el único candidato de los tucanes a la gubernatura para 2021, además de colocar alfiles importantes.
A lo mejor Gallardo piensa que Valladares le hablará a sus amigos Emilio Azcárraga Jean para recibir todo el apoyo de Televisa, al Chicharito Hernández o Canelo Álvarez para que le dediquen un gol o la pelea, a Anahí para que le prepare una receta de enfrijoladas con pollo para TikTok o que vengan Alejandro Fernández o Marc Anthony para cerrar su proselitismo en el estadio del Atlético de San Luis.
Y no por otra cosa, sino que rebasaría los topes de campaña…
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Y así debe estar el autor intelectual del cada vez más intrincado caso de la manifestación contra el Congreso de SLP, ya que el cruce de acusaciones va en este momento por dos vías (Mijis-PAN), pero poco se ha visto a detalle el modus operandi, muy parecido a las protestas que ocurren en la Ciudad de México.
Claro, no estamos diciendo que sean los mismos métodos del todo cañería política Héctor Serrano Cortés, asesor del diputado federal Ricardo Gallardo Cardona…, pero mucho se le parecen.
Por lo pronto, las autoridades manifiestan tras bambalinas que todos los señalados hallaron en el «mono de blanco» -un joven manifestante exhibido en redes sociales- al chivo expiatorio perfecto para deslindarse de todo.
Lo mismo los activistas encabezados por Michel Hernández, que el propio Mijis, a quien al parecer tienen bajo sospecha, a juzgar por sus amenazas recientes en el Congreso y que más pronto que un gallo al amanecer, se deslindó de las acusaciones.