Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
Cuando Ricardo Gallardo Cardona se enteró, seguramente atinó a decir: “Eso sí calienta”.
Y es que ya se supo que el alcalde capitalino, Xavier Nava Palacios, se paró en los dominios gallardistas para ganar adeptos, algo que hasta el momento no tiene explicación entre las huestes del diputado federal.
¿El alcalde de Soledad de Graciano Sánchez, Gilberto Hernández Villafuerte no supo? ¡Quién sabe!, lo cierto es que Nava ahí estuvo la tarde del viernes… justo cuando se le necesitaba por estos lares, ya que la manifestación a favor de Giovanni López se estaba saliendo de control.
Fue muy raro que Nava no diera instrucciones a su mando policiaco Édgar Jiménez Arcadia y que éste, tampoco moviera ni a uno de sus policías para atender el conflicto, en lo que llegaban los estatales, como dejando que los heridos y los muertitos -que por fortuna no hubo- quedaran en un solo lado.
Con varios aspirantes abiertos a la competencia electoral del año que viene, el que no quiere quedarse atrás es el presidente municipal de Ciudad Valles, Adrián Esper Cárdenas, de quien se afirma, está listo para pedir una prematura licencia al cargo.
El empresario quiere desde ahora pavimentar una hipotética candidatura a gobernador del estado, ya que en la posición que se encuentra, es muy difícil que salte de Ciudad Valles a tan importante escalón político, sobre todo, porque hay otros tiradores que le llevan ventaja y son más correosos que él.
El caso es que se supo que desde mediados de marzo tenía preparado el documento para pedir permiso al cabildo en una sesión extraordinaria para atender asuntos más importantes que gobernar al municipio huasteco, pero no contaba con la llegada del Covid 19.
Con la reactivación gradual y vuelta a la nueva normalidad, ha retomado el plan y en las próximas semanas podría hacer el anuncio, así como tocar la puerta en Morena, el partido al que le echa ojitos, ya que las candidaturas ciudadanas no son nada atractivas y sí inequitativas para cualquiera, aun para él, con todos sus millones.
El ofrecimiento debió ser muy atractivo para que el teniente coronel José Luis Urban Ocampo dejara el mando de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), en Sonora, para venir a dirigir a la siempre difícil Policía Municipal de Soledad de Graciano Sánchez, donde ya había estado.
Según la despedida que le dieron en la entidad que gobierna la priista Claudia Pavlovich Arellano, sus resultados fueron “muy buenos”, pero tomó la decisión por “motivos personales” de dejar el cargo que le fue conferido en agosto del año pasado.
En este caso parece que esos motivos personales tienen que ver con el gallardismo y quizá, una velita prendida a que ya saben quién, llegue a ser gobernador y lo ponga donde siempre ha querido estar: al frente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE).
Sobre todo, porque una vez más se le cebó. Ni la estela de crímenes ni el desastroso operativo en la manifestación del viernes pasado, hacen que el actual mando, Jaime Pineda Arteaga, sea removido, como si tuviera algún pacto con el diablo.