¿Cooperar desde la desconfianza?
Vaya tunda le están poniendo al potencial candidato de Morena a la gubernatura de San Luis Potosí, Esteban Moctezuma Barragán, luego de haberle otorgado a su exjefe, Ricardo Salinas Pliego un megacontrato que no lo tiene ni Obama.
La historia es esta.
Salinas ganó un contrato de la SEP por 969 millones de pesos, a través de Seguros Azteca Daños, para proteger todos los bienes: desde computadoras hasta los árboles (¡sí, los árboles!) de esta dependencia a cargo de Moctezuma.
Como se sabe, Moctezuma fue el presidente de Fundación Azteca -de Salinas- durante laaargos 17 años.
Y Salinas recién había perdido 235 millones de dólares por la quiebra de una empresa con la que se asoció en EU.
De ese tamaño es el negocito que le sacaron a relucir al que casi-casi, se veía como el hombre que sería el sucesor del gobernador potosino Juan Manuel Carreras López.
Con la cantidad de pruebas de coronavirus que aplicará la Secretaría de Salud de Mónica Rangel Martínez, no sabe uno si reír o llorar.
Y es que el Plan de Reconversión del Sistema Estatal de Salud solo contempla la aplicación de 16 mil 260 pruebas durante la pandemia, lo que significa que abarcará al 0.57 por ciento de la población, que según los cálculos de la Coespo, es de 2.8 millones en la entidad.
Pero con todas las mentiras que ha dicho el subsecretario federal de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez sobre los alcances de los contagios y las pruebas rápidas, no extraña que las demás secretarías estén siguiendo el mismo librito.
Las pruebas rápidas ha dicho López-Gatell, no sirven, lo que endulza los oídos del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no quiere hablar de más muertos, contagiados ni ver el uso de cubrebocas.
Pero no olvidemos que en la entidad, ya se dijo: habría entre 400 y mil muertos, y más de 30 mil contagios.
¿No sería mejor aplicar más pruebas para apretar las medidas preventivas y disminuir el índice?
En medio de la crisis por el Covid 19 surgió la negligencia y la desatención en los Hospitales Generales de Salud y del IMSS, en Ciudad Valles.
En el primer caso, médicos y enfermeras eventuales afirman que no están protegidos ni tienen seguro médico, en caso que la pandemia se salga de control, a diferencia de quienes sí tienen un contrato. Además, los hicieron firmar su renuncia voluntaria.
Por otra parte, en el Seguro Social tampoco “cantan mal las rancheras”, con el mal manejo de los pacientes sospechosos. Una mujer que llegó de la capital potosina vio que no hay papel higiénico, jabón y gel antibacterial; únicamente un inodoro sucio y un lavamanos roto, en el sitio donde la atendieron.
Lo peor no es eso, sino que supuestamente le hicieron la prueba del coronavirus, los días pasaron, nunca le dieron los resultados y tuvo que acudir a otro nosocomio, para al final descartar que no era portadora.
O sea, sigue la misma gata previa al Covid 19, pero revolcada.