Diferencias entre un estúpido y un idiota
Si no nos salen mal las cuentas, el ayuntamiento de San Luis Potosí otorgará a 20 mil habitantes hasta ocho pesos diarios para su alimentación, con motivo del Covid 19.
A como está el costo del huevo y la tortilla, ya ni para eso alcanzará y se hará realidad aquello de vivir del aire, lo cual también es peligroso, ya ven que el coronavirus «vuela» unos metros si alguien enfermo estornuda o tose.
El esfuerzo es loable, pero nadie sabe cómo calcularon el beneficio para tal cantidad de personas ni las reglas de operación.
Un mayor misterio es de dónde sacaron que una persona puede vivir con 250 pesos mensuales «máximo», los ya descritos ocho pesos diarios.
Sobre todo porque el programa llamado «Comida en casa» va dirigido a grupos vulnerables, mayores de 60 años, enfermos crónicos, mujeres embarazadas, personas discapacitadas y de las etnias, que son los que menos pueden andar en las calles para completar la chuleta.
Mucha gente está preocupada, pero al parecer en el gobierno estatal ni en los ayuntamientos se han dado cuenta, porque los repartidores de despensas son potenciales portadores del coronavirus.
No se trata de estigmatizarlos ni minimizar su labor, sino de cuidarlos más, porque es personal operativo el que anda en las calles, justamente donde están los principales contagios locales.
Y en la capital, Soledad de Graciano Sánchez, Ciudad Valles y el estado mismo, pasa igual, lo que pudiese causar un efecto bumerán: en vez de ayudar, pueden perjudicar.
Hasta el momento no hay una mecánica de protección seria, severa, con mascarillas N95, guantes adecuados y cero contacto físico con los beneficiarios.
¡Gulp!
Ahora resulta que las autoridades del Sector Salud andan en busca de un autobús que viajó de la frontera con Estados Unidos a San Luis Potosí con un paisano a bordo que por desgracia murió de coronavirus.
El problema real es que nunca pusieron filtros, ni los pondrán como dijo don Teofilito, en el aeropuerto, las centrales camioneras de SLP, Matehuala, Rioverde, Tamazunchale y Ciudad Valles; tianguis, mercados, tiendas de autoservicio, edificios de departamentos y sus plazas, comunidades a donde llegan los migrantes y un largo etcétera.
De qué va servir ahora que localicen a todos los acompañantes si la entidad ha sido una auténtica coladera desde un principio.
Una de las incongruencias de la famosa sana distancia.