
Los niños que fuimos
Con todo y Covid 19, la grilla no descansa y si no, que lo diga el rector de la UASLP, Manuel Fermín Villar Rubio, a quien le quieren sacar sus trapitos al sol antes de dejar el cargo.
Se supone que en abril se daría la sucesión en la máxima casa de estudios potosina, pero hasta el momento no se ha dicho nada de cancelarla.
Por si son peras o manzanas, le quieren poner piedritas a su gallo, Alejandro Zermeño Guerra a través del golpeteo al rector, a quien le crearon una cuenta en Twitter, donde amenazan con decirle todas sus verdades.
El primer capítulo se llamó «Así empezó todo» -claro, hay una liga a un blogspot- y el que viene hablará de supuestos jugosos ingresos de Villar.
Algo de entretenimiento para la cuarentena.
Quien parece está bien metido en el tema de los complots y una buena alimentación es el vocero de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera.
Dice que la Biblia especifica una dieta balanceada, y prácticamente da las recetas, pero nada habla de los murciélagos al mojo de ajo. “Ahí sí, ni cómo ayudar a los fieles”, observó. Y es que uno de los rumores, ya desmentido, era que los quirópteros habían esparcido el virus Covid 19 a la humanidad.
Pero, encarrerado, también dijo que el mundo se enfrenta a guerras de fuego cruzado y guerras biológicas. Y que pudo ser que se hayan salido de control. “No sabemos el origen y es preocupante para todo el mundo”, indicó.
¿No sería mejor primero enterarse y luego hablar con todos los pelos de la burra en la mano?
En Tanquián, el escenario cada vez pinta peor para el presidente municipal Alain Azuara Robles.
Primero se confrontó con el sector cultural cuando el Ayuntamiento se apropió del Festival de Huapango; y ahora, en plena contingencia sanitaria, ha sido duramente criticado por no suspender la feria, desfile, carnaval, cabalgata, peleas de gallos ni las carreras de caballos.
Versiones de sus detractores señalan que el alcalde –de extracción perredista- se mantuvo firme en la organización bajo el argumento de que no acataba “órdenes del Gobernador”, pero sobre todo no iba a perder lo que había invertido para realizar los eventos. Y por sus pistolas la hizo.
Lo irónico es que la única medida de prevención dictada fue lavarse las manos, pero resulta que en tres cuartas partes de la cabecera municipal se carece del vital líquido.