Libros de ayer y hoy
“Baia, baia”, el superdelegado Gabino Morales Mendoza no se anduvo por las ramas y quiere ganar en la mesa lo que no ha podido en la cancha: legitimidad política de cara a las elecciones de 2021.
Si bien aparece en las encuestas como uno de los precandidatos por parte de Morena, partido en el cual, las preferencias son encabezadas por el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán; Morales no piensa dejar ir la presa y hace su luchita en tribunales.
En primer lugar, lo cual es su derecho, para quitarse de encima el veredicto de culpabilidad que le impuso el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por realizar «publicidad política del presidente Andrés Manuel López Obrador», acto que deberá ser sancionado por la Secretaría del Bienestar.
La segunda vía es que pueda ejercer sus «derechos propagandísticos» para los comicios del próximo año, cuando se renovará la gubernatura a cargo del priista Juan Manuel Carreras López.
Y como diría Raúl Velasco, en esta truculenta historia, «aún hay más»… pues no olvidemos que el diputado federal de Morena, Ricardo Delsol Estrada lo tiene denunciado ante la Auditoría Superior de la Federación.
Para quienes dudaban que el alcalde de San Luis Potosí, Xavier Nava Palacios, no va con todo por la candidatura a gobernador del próximo año, nada más vean el espaldarazo que recibió de los empresarios para evitar que enfrente un juicio político en el Congreso del Estado.
Los presidentes de Canacintra, Coparmex, Canirac, AMPI, CMIC, Industriales Potosinos, Canadevi y Amexe, son algunos de quienes firmaron un desplegado para defenderlo de las acusaciones de la exoficial del Registro Civil, Teresa Carrizales Hernández.
Como se sabe, Carrizales acusa que nunca debió ser cesada del cargo y además, de que fue maltratada por policías.
Pero hoy, el mando Édgar Jiménez Arcadia sigue en el puesto, lo mismo que el secretario del ayuntamiento Sebastián Pérez García; algunos diputados comenzaron a rajarse y los que de plano no le darán el voto a Nava, son los integrantes de Nuestro Centro, cuya firma no se vio por ningún lado.
No solo danzas, rezos y cánticos amenizaron los festejos para el Señor del Saucito, sino que el alcohol corrió a raudales pese a las advertencias del director municipal de Comercio, Gabriel Andrade Córdova, quien aseguró estaba prohibida su venta.
Es cierto que en las calles de la popular colonia se dejaron ver algunos inspectores, pero nada que inhibiera la parranda de los parroquianos, entusiasmados por su… espiritualidad.
Los policías municipales asignados a vigilar el lugar, se hicieron de la vista gorda y al final reportaron “saldo blanco”, pero no por ausencia de incidentes, sino porque prefirieron verlos de lejecitos.
Ahora sí que cada quien su fiesta.