La Pica

Si llegara a prosperar la idea de eliminar los fines de semana largos, el golpe a la economía potosina sería de al menos 30 millones de pesos, una cantidad nada despreciable, producto de la visita de 40 mil personas.

Esos fueron los números dados a conocer de manera oficial por el secretario estatal de Turismo, Arturo Esper Sulaimán, quien pidió mantener la calma ante esta nueva propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la puso sobre la mesa a fin de rescatar los homenajes de los días cívicos en la fecha exacta en que ocurrieron, de acuerdo con la historia del país.

El mandatario fue enfático en aclarar durante la conferencia de este jueves que no se trata de cancelar a rajatabla los llamados puentes y según él, «estamos haciendo muchas cosas para que no deje de haber turismo».

¿Será? Porque si bien el pasado fin de semana creció 4.6% el flujo de visitantes y 5% la derrama económica en SLP, con respecto a 2019, Esper nunca dijo que gracias al Gobierno Federal, sino debido a los esfuerzos estatales de promoción en coordinación con «las agrupaciones hoteleras, restauranteras y de servicios».

Además, cómo olvidar que López Obrador canceló los recursos para los Pueblos Mágicos que sobreviven de milagro, gracias a su fama y atractivo. El ejemplo más claro fue Real de Catorce, con 90% de ocupación los días 1 y 2 de febrero, pero tampoco les fue nada mal a Xilitla y Aquismón.

De ese tamaño sería el costo de una decisión más, soltada en una desmañada.

Gracias a que Quadratín es una agencia de noticias nacional, nos enteramos que en San Luis pecan de opacos con el manejo de la oficina de representación que tiene el gobierno carrerista, nada menos y nada más, que en el carísimo World Trade Center de la CDMX.

No es el único caso, en propio territorio potosino siempre han escondido cuánto dinero pagan de renta de los inmuebles que tienen en la zona metropolitana y los municipios y, cuando algún funcionario es preguntado al respecto, simplemente responden: «Ahorita no me acuerdo».

La oficina del Gobierno del Estado en el WTC costó 5.5 millones de pesos, según el contrato celebrado con la empresa Acaja, S.A. de C.V., el 27 de marzo de 2003, de acuerdo a información obtenida por Quadratín México, una de las 17 empresas hermanas en el país.

Lo que no pudo saberse -hasta el momento- son los gastos que genera tal espacio y personal pagado con el erario potosino, lo mismo que sus funciones y, sobre todo, resultados.

Los que también le juegan al ensarapado son los integrantes de Protección Civil del estado, a cargo de Ignacio Benavente Duque, debido a que dicen desconocer dónde hay espectaculares y cuáles son los posibles riesgos.

A juzgar por los últimos ventarrones, el saldo no es halagüeño: uno caído en Himno Nacional, otro en riesgo de caer en avenida Himalaya y varios «dañados» en la carretera 57, el 30 de enero; uno por colapsar en Santos Degollado y otro más en las mismas condiciones, en camino a Cerro Prieto, el 5 de febrero.

Y no es información sacada de la manga, ellos mismos la dan a conocer a través de sus comunicados de prensa.

¿No sería mejor dejar de cuidar el bolsillo de los dueños de espectaculares y ser honestos con la ciudadanía?