La Pica

Fue uno de los pocos priistas que alzó la voz durante el funeral de Aurelio Gancedo Rodríguez, y tal parece que eso bastó para que la Fiscalía General de Justicia lo pusiera en la mira.

Sí, a Pascual Guillermo Gilbert Valero, le llegó un citatorio del Ministerio Público para que aporte lo que tenga “a bien informar” de esta muerte que dejó al PRI sin uno de sus cuadros prometedores.

La institución que procura justicia se ha visto muy rápida en los últimos días, tanto, que a las pocas horas del crimen tenía indicios del presunto autor material, le giró una orden de aprehensión y hoy por hoy, lo tiene metido en un juicio.

Ya nada más falta que la institución se ponga al corriente en el rezago de las averiguaciones previas que según declaró el propio fiscal Federico Garza Herrera, era de 240 mil carpetas en 2016, cuando él ya estaba al mando.

A los que se vio salir muy contentos de la reunión mañanera de seguridad en las instalaciones del ex C4, fue a los secretarios general de Gobierno, Alejandro Leal Tovías y de Seguridad Pública, Jaime Pineda Arteaga.

Ellos sí aplicaron la máxima de abrazos no balazos y así fue como se despidieron, como si no pasara nada, “peeero” el fin de semana hubo cinco asesinatos, entre lunes y martes otros tres, así como una balacera en Villa de Reyes.

¿Qué festejaban entonces?, porque tantos homicidios no pueden ser una casualidad y en una de esas, están relacionados.

Ojalá y no sea eso, porque si bien es lamentable que los crímenes no tengan un hasta aquí, sería peor pasar del reclamo de seguridad y justicia, al de la gobernabilidad.

Llegó la hora de la verdad para las negociaciones de los fondos de seguridad para el estado de San Luis Potosí y como dijera el buen Vicente Fox, serán hoy, hoy, hoy; mañana, mañana, mañana y, también pasado, pasado, pasado mañana.

El vocero de seguridad Armando Oviedo Ábrego; el titular de la SSPE, Jaime Pineda Arteaga y el vicefiscal Aarón Castro Sánchez, entre otros funcionarios, tienen la encomienda de traer buenas noticias del Gobierno Federal.

El reto es que haya un incremento, una orientación eficiente de los programas y satisfacer las necesidades institucionales. Nada fácil, porque la 4T llevó a cabo un recorte en serio a los fondos de seguridad y habrá una nueva redistribución nacional.

Ya se verá si la sentada a comer del gobernador Juan Manuel Carreras López con el presidente Andrés Manuel López Obrador rinde sus frutos en el presupuesto o solo fue para tomarse la foto.