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Oposición no regatea la unidad nacional ante llegada de Trump
Si alguien se preguntaba por qué el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Juan Paulo Almazán Cue, fue el ajonjolí de todos los moles en los eventos del presente año, fueran del poder Judicial o no, es que el próximo 6 de enero se le acaba el cargo y como estamos en vísperas del inicio del calendario electoral, debía aprovechar el tiempo.
El próximo lunes, en efecto, alguno de los magistrados del STJE será electo como nuevo presidente, en sustitución de Almazán, quien cumplirá el año de reelección a la que tuvo derecho el 7 de enero de 2019, conforme la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
El rito indica que ese día, se realizará un pleno extraordinario y cada uno de los 16 magistrados votará por quien regirá los destinos de la justicia en 2020 y 2021, con posibilidades de una reelección en 2022.
El Supremo está integrado por 16 magistrados numerarios -y 15 supernumerarios-, electos por el voto de las dos terceras partes del Congreso del Estado, a propuesta del gobernador Juan Manuel Carreras López en su mayoría.
Por el momento, los magistrados han guardado un silencio sepulcral sobre su favorito, pero aunque llegó el momento de pagar favores y cobrar facturas, lo deseable sería que pongan a alguien capaz de solidificar lo que se avanzó en justicia.
Esta historia continuará…
El ex diputado federal, ex senador y ex candidato del PRD, PT, Convergencia y Conciencia Popular a gobernador en 2009, uff, más toda una trayectoria como priista, Juan Ramiro Robledo Ruiz, no quiso terminar el año sin meter algo de ruido electoral.
Lo hizo con una reunión que no dejó nada a la imaginación con los famosos «macabros», dado que nuevamente vuelve a sonar como uno de los aspirantes a mandatario estatal en 2021.
Según dicen este encuentro fue ocasional y no un destape, pero… pareció todo lo contrario.
El que cerró el año con el Jesús en la boca fue el tesorero municipal Rodrigo Portilla Díaz, porque trabajadores sindicalizados amenazaron con armarle un “baile” en las calles en reclamo a su fondo de ahorro.
Todo terminó en el clásico usted disculpe, porque luego se supo que sí pagó y en tiempo, desde la quincena pasada.
Sin embargo, los quejosos no quisieron quedarse con el golpe y alegaron que tampoco les dio sus regalos, a los que estaban acostumbrados cada fin de año.
¡Ni que fueran del Interapas!