Ironía
Haber asistido al #GabinoFest le está cobrando factura al secretario de Seguridad Pública, Jaime Pineda Arteaga, hacia adonde apuntó la metralla desde el Congreso del Estado, por el asesinato del muralista vallense Héctor Domínguez.
El presidente de la Jucopo, Edson Quintanar -amigo personal del finado artista urbano- dijo con todas sus letras que exigió al mando policiaco, en su pasada comparecencia, resguardar a la víctima, «pero no pasó nada y meses después vemos las consecuencias».
Para subirse a la ola, el también vallense Cándido Ochoa criticó que «existan jefes policiacos más preocupados en asistir a reuniones de carácter privado o inauguraciones de obras, que en atender la problemática de la seguridad pública y los incendios forestales».
Ahora sí que Pineda, literalmente, necesita apagar el fuego, aunque ya está muy quemado.
Según el fiscal general del estado, Federico Garza Herrera, durante Semana Santa no hubo robos. Bueno, sólo cinco, denunciados en sus módulos.
«Pusimos nuestro granito de arena para evitar que la gente fuera sorprendida, tuvimos buenos resultados», dijo orondo.
La última Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad afirma que el 93% de los delitos no son denunciados en el país, en San Luis Potosí o donde ustedes quieran.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
La exdiputada local, Rosa María Huerta Valdés quiere imponer -con mucho tiempo de anticipación- al otrora jefe del Mando Único de la Zona Media, Arnulfo Urbiola Román, como candidato del PRI a la alcaldía de Rioverde.
A lo mejor al tricolor le gusta tropezar con la misma piedra, dado que en el pasada campaña electoral por el mismo cargo, no dio el kilo y como premio de consolación, le entregaron la delegación de la SCT.
Los grupos del PRI, agazapados por las derrotas electorales y el desdén partidista, le apuestan a no dejar “ciudadanizar” las candidaturas en 2021 y por eso pegaron el grito en el cielo contra la representante del Gobierno del Estado en la región.
Y es que dicen, Huerta anda muy lejos de su tierra, Ébano, como para andar grillando donde no la llaman.