Trump, ¡uy que miedo!
Estuvieron duros los cocolazos contra los gobiernos estatales del PAN y el PRI, ya que de acuerdo con los directores del SAT, Margarita Ríos Farjat y de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, los empresarios, banqueros, especialistas y hasta legisladores federales, lavan ahí dinero a sus anchas.
Eso sí, no dieron nombres, pero enlodaron parejo, justo cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que quiere mucho a San Luis Potosí y que no le importa que el gobernador Juan Manuel Carreras López tenga su corazoncito tricolor.
Ahora que, por algo lo dijeron, pues no olvidemos que a principios de año le fueron congeladas las cuentas al exdiputado local José Luis Romero Calzada, mejor conocido como Tekmol, por andar metido, según dijeron, en el negocio del huachicol.
Y conste que la orden a los bancos provino nada menos ni nada más, que del mismo que viste y calza: Santiago Nieto.
¡Bomba!, y no es yucateca.
El director general de Readaptación Social, Alfredo Vargas Quintanilla será dado de baja y su lugar ocupado por Roberto Delgado Cervantes.
Vargas no hizo un mal trabajo, sino lo que le sigue y por eso está fuera, pese a ser experto en certificar prisiones.
Por su parte, Delgado no es un inexperto en el tema y lo tuvieron que desempolvar.
Pero, a ver si no deja al gobierno estatal con un palmo de narices como en el año 2000, cuando ya todo mundo lo esperaba con los brazos abiertos en el sistema penitenciario y a la hora de la verdad, nunca quiso tomar posesión del cargo. Ups.
Del que se teme pueda estar enfermo, porque no creemos que se aplique métodos de adelgazamiento corporal, es el superdelegado federal Gabino Morales Mendoza, quien ha bajado muuuchos kilitos de más.
La comidilla estuvo con todo en el informe del alcalde de Valles, Adrián Esper Cárdenas, quien lo puso a su derecha.
De hecho, Esper y el otro invitado, el diputado local Edson Quintanar Sánchez, se veían más cachetones, jaja.
No faltó quien dijo que esto se debe a que Gabino ya no le entra a los bocoles ni las gorditas cuando va a tierras huastecas.
¡Pues allá él!