Libros de ayer y hoy
Si alguien se preguntaba por qué los diputados locales, a pesar de la pregonada austeridad, gastan a manos llenas en asesores, aviadores y todo lo demás que aún no se sabe públicamente, es cuestión de voltear a ver su presupuesto.
De acuerdo con un reciente informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en lo general, los congresos estatales gastan más de lo aprobado y regalan dinero de forma discrecional en las llamadas «ayudas sociales» que gozan de tan mala fama en San Luis.
El caso es que cada legislador le cuesta al pueblo la friolera de 11.4 millones de pesos al año, si tomamos en cuenta que disponen de 308.7 millones de pesos de presupuesto.
Y los resultados no son nada halagüeños, más bien infames. Ahí está el caso de su más reciente decisión de poner a pelear a taxistas con los Uber, dar más tiempo para la entrada en vigor de la ley antiplásticos y un largo etcétera.
Lo que más llamó la atención del informe del alcalde de San Luis Potosí, Xavier Nava Palacios, fue el anuncio de bachear la ciudad con más de 200 millones de pesos.
Los presentes se deshicieron en aplausos, porque saben que es uno de los principales problemas de movilidad.
También destacó la manera de rendir cuentas a los ciudadanos, con un formato ágil que tuvo algunas interacciones con bomberos y policías para generar mayor empatía.
Las cifras que dio en ahorros, reducción de la deuda pública y redistribución del gasto, dejaron ver que la capital marcha de maravilla.
Bueno, eso sí, no faltó la barrera de seguridad en todo el perímetro del Centro de las Artes, quizá para evitar que llegaran al recinto los que ven… todo lo contrario.
El Atlético de San Luis está pagando muy cara la mala obra que le hizo la directiva al técnico Poncho Sosa.
Y es que de estar en racha ganadora, de pronto se volvió un equipo del montón en la Liga MX, con tres derrotas al hilo y en cada una, por tres goles en contra.
¿Será que el nuevo entrenador, Gustavo Matosas, sigue aburrido y de vacaciones?, porque eso fue lo que alegó para traicionar a Costa Rica y dejar tirada la chamba con esa selección para venir a tierras tuneras.
Puras justificaciones, si se toma en cuenta que el uruguayo dejó por allá un saldo de tres victorias, un empate y cuatro derrotas. O sea, negativo, nada que ver con los números del Rey Midas de la Liga de Ascenso, es decir, el mexicano.