
Anuncia Sheinbaum fechas de reapertura al ganado
El problema no sólo es el contenido fascista de la “Ley Censura”, que condena a todos los ciudadanos mexicanos a ser espiados, igual que en la Alemania Nazi, que en la Italia de Mussolini y que en la Rusia de Stalin.
Una ley que, además de violentas los derechos humanos, faculta a los gobiernos de Morena a cancelar y censurar plataformas digitales y programas de televisión y radio, a su antojo, sin una orden judicial.
Pero no es todo, ya que el segundo problema -igual de grave que el anterior-, es que senadores opositores del PAN y de Movimiento Ciudadano actuaron en complicidad con los lacayos del partido oficial, Morena.
Y por eso obliga preguntar: ¿A cambio de qué, senadores del PAN y de Movimiento Ciudadano, traicionaron a sus electores y votaron a favor y/o se ausentaron durante la votación de las reformas conocidas como “Ley Censura” y/o “Ley Espía”?
Reformas que, en el fondo, sólo buscan apuntalar el carácter dictatorial del régimen de Claudia Sheinbaum; un gobierno que sigue los pasos de López Obrador, quien se propuso acabar con la democracia.
¿Pero a quien asusta que Movimiento Ciudadano resulte aliado de Morena? Lo cierto es que ya no sorprende a nadie la traición de MC. ¿Por qué? Porque todos saben que el partido de Dante Delgado siempre fue un palero del gobierno de Obrador y sigue siendo un sirviente de la gestión de Sheinbaum.
Y, por eso, tampoco resulta sorpresivo que el impostor y senador, Luis Donaldo Colosio Riojas, haya pedido licencia para facilitar que su suplente votara junto con Morena. ¿Y por qué tampoco es una sorpresa?
Porque el hijo del excandidato presidencial asesinado siempre ha sido eso; un oportunista y un farsante en su corta carrera política, comportamiento que probó con la cobardía de no votar, frente a la nación, contra una reforma que no sólo censura, sino que espía a todos los ciudadanos.
Pero no fue todo, ya que igual de condenable resultó que cuatro senadores del PAN decidieron, sin más explicación, no acudir a la sesión en la que se discutió y votó la “Ley Censura” y/o la “Ley Espía”.
Se trata de los senadores María de la Luz Díaz y Antonio Martín del Campo, de Aguascalientes; Mayuli Latifa Martínez, de Quintana Roo y Gina Campuzano, de Durango.
¿Por qué no acudieron a la discusión y votación? ¿A cambio de qué un comportamiento que, en el fondo, no es más que una vulgar traición a sus electores y, sobre todo, una traición a la patria?
Pero vamos por partes.
Resulta que en un clásico “albazo” –en la madrugada del pasado domingo mientras todo el país dormía–, una mayoría de senadores de Morena y sus aliados, discutieron y votaron la iniciativa de nueva Ley de Telecomunicaciones, que según los opositores, no es más que una “Ley Censura” y/o una “Ley Espía”.
¿Y por qué “censura” y “espía”?
Así lo expuso el presidente nacional del PAN, Jorge Romero: “Desde Acción Nacional hemos sido claros; no podemos acompañar una disposición que legaliza el espionaje, sin orden judicial y que abre la puerta a la censura. Estamos a favor de una mejor regulación, pero no que se pisoteen derechos fundamentales de las y los mexicanos”. (FIN DE LA CITA)
A su vez, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, calificó dicha ley como “una guía para fortalecer un régimen dictatorial”. (FIN DE LA CITA)
El también panista, Ricardo Anaya, fue igualmente lapidario, ya que documentó que se trata de una norma con profundos rasgos autoritarios. Así lo dijo: “La geolocalización en tiempo real, sin un Poder Judicial autónomo y la facultad para suspender trasmisiones (al antojo del poder), se llama censura”. (FIN DE LA CITA)
Por esas razones, la voz popular y los opositores motejaron dicha reforma como “ley censura” y/o “ley espía”, ya que sus principales objetivos son precisamente esos; la censura indiscriminada a todos los medios de comunicación y a los ciudadanos, en general.
Además del espionaje, por parte de las instituciones de un Estado represor, autoritario, totalitario y dictatorial, como el que han impuesto los gobiernos de López Obrador y de Claudia Sheinbaum.
Tiranías idénticas a la Alemania de Hitler, a la Italia de Mussolini y a la Rusia de Stalin.
Y sí, al final de cuentas queda claro que –como aquí lo hemos dicho por años–, paso a paso los gobiernos de Morena le dan muerte a la democracia, al tiempo que pavimentan el país con leyes dictatoriales para justificar la militarización, la represión, la opacidad, el narco-voto, la captura del INE, del TEPJ, la destrucción del Poder Judicial y, sobre todo, la persecución y crimen de periodistas.
Sí, se los dije.
Al tiempo.