En Quadratín San Luis Potosí, lo grande comienza
Como ya he dicho antes, una de las características de los tiempos actuales en la política mexicana es que la nueva cúpula gobernante está llena de inexpertos, neófitos e improvisados actores. Que dejando toda la palabrería de siempre que, pretendiendo ensalzar sus pocas cualidades, gritan a los cuatro vientos que al menos no traen los vicios de los políticos de carrera. Una cosa que en verdad no se aplica a la generalidad, es que algunos de ellos, idealistas e ingenuos quieren creer que están protegidos de la tentación de la corrupción, los vicios y el anquilosado sistema, pero parece inexorable la absorción de cada servidor público al monstruoso mundo de la torcida política guacamolera de nuestro bello país.
Un ejemplo de esto es el propio presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, don Peje. Quien empieza a notarse como una versión espejeada de los gobiernos que tanto critica de los colores anteriores. Espejeada porque parece lo mismo pero en sentido inverso, las acciones contra diferentes manifestantes, o la injusta ignorancia que les aplica lo demuestra, como sucedió en el caso de Dosbocas, los padres de niños con cáncer o las empresas gaseras y sus empleados.
Y por supuesto, lo que hace la mano lo hace la tras. El engranaje del poder en la cuatrote está también empapado de actitudes que podrían equipararse a los vicios de las administraciones anteriores pero, claro, consecuencia de axiomas y postulados diferentes. Se da uno cuenta. Que tanto desean apartarse del camino enlodado dejado por el PRIAN que acaban metiéndose en su propio lodo, del otro lado del espejo.
Recientemente los pueblos indígenas acusaron a los legisladores de no sentirse representados, y es bien sabida la queja de algunas minorías vulnerables que en algún momento eran objeto del afecto y adoración de estos políticos, ahora resultan indeseables y repulsivos.
Estamos ante una nueva clase política que si bien está llena de inexpertos (y supuestamente carentes de los vicios hereditarios de los partidos) esta poco a poco cubriendo la triste cuota de ineptitud y corrupción, aunque aparentemente sea diferente, como explique antes, solo es diferente en el método y punto de partida, los vicios vuelven a salir a flote. Este monero alguna vez pensó en cantar un enorme “TE LO DIJE” dedicado a los arrepentidos que votaron por el Peje, pero hoy ve como más importante pasar la tabula rasa por todos, parejos, que no se vea que no es que sean “igual que” fulano o mengano partido, sino que aparentemente no tenemos un solo político medianamente exento con el cual podríamos planear un futuro. En fin. Lo mínimo es evidenciar la realidad y marcar todo esto como leído.